La publicación del código fuente de Windows salpica a Mainsoft
El análisis del código que circula por la Red sugiere que estaba siendo
utilizado por esta empresa para crear sus propios programas.
Microsoft está trabajando estrechamente con el FBI para investigar el
origen de la publicación en Internet, desde el pasado jueves, de
porciones del código fuente de su sistema operativo Windows, sin que,
por el momento, tenga constancia de que sus clientes se hayan visto
afectados.
Según informa la versión online de la BBC, las
investigaciones se han centrado hasta la fecha en Mainsoft, una pequeña
compañía de Silicon Valley (California), debido a que el análisis del
código que circula por la Red, a través de chats y redes de intercambio
de archivos, sugiere que estaba siendo utilizado por esta empresa para
crear sus propios programas.
Ante estas perspectivas, el
presidente de Mainsoft, Mike Gullard, se ha aprestado a señalar en un
comunicado que su empresa está cooperando completamente con Microsoft y
todas las demás autoridades en la investigación, y lamenta no poder
proveer información adicional sobre el asunto ni responder a preguntas
hasta que no disponga de más información.
No obstante,
señala que Mainsoft es socio de Microsoft desde 1994, año en el que
firmaron por vez primera un acuerdo de licencia para compartir código
fuente, así como que asume los asuntos de seguridad de ambas empresas
muy seriamente y reconoce la gravedad de la situación.
Al parecer, Mainsoft utiliza el código de Windows para crear su programa
MainWin, utilizado por muchas empresas para realizar versiones Unix del
software de Windows, puesto que en las porciones detectadas en la Red
existe información que señala a ingenieros de Mainsoft.
Por su parte, Microsoft ha reconocido que líneas de programación de su
programa estrella, presente en nueve de cada 10 ordenadores de todo el
mundo, circulan por la Red, pero ha descartado que sea fruto de una fuga
en su red corporativa o un problema de seguridad, ni que esté
relacionado con los programas que desarrolla con determinadas
instituciones públicas y clientes para que accedan legalmente al
corazón de Windows.
Además, la compañía recuerda
en un comunicado que su código fuente está protegido como propiedad
intelectual y como secreto comercial, por lo que es ilegal publicarlo,
ofrecerlo a terceros, descargarlo o utilizarlo, por lo que se reserva el
derecho de adoptar las oportunas acciones legales, lo que podría
hipotéticamente afectar a miles de internautas.