El Draganflyer consigue mantenerse estable en el aire gracias al uso de un procesador, que interpreta más de diez mil líneas de código, y once sensores incorporados (tres giroscopios, tres acelerómetros, tres magnetómetros, un sensor de presión barométrica y un receptor GPS). Si todo esto te ha saturado las neuronas no te preocupes, porque según dicen es muy fácil de pilotar. Así que tranquilo, cualquier joven y lampiño policía canadiense puede usarlo sin apenas preparación para hacer fotos a las agradecidas vecinas de Ontario. Siempre quise uno de estos para Reyes. —Alberto Payo [Draganfly]
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