La piratería online no daña las ventas de música
Esta es la conclusión a la que han llegado unos investigadores después
de realizar un importante estudio estadístico.
Comparando
Felix Oberholzer-Gee de la Harvard Business School de Massachusetts y
Koleman Strumpf de la University of North Carolina rastrearon millones
de archivos de música descargados a través de la red OpenNap para
compartir archivos y las compararon con las ventas de CDs de la misma
música.
Desde hace tiempo la industria de la música afirma que el
hecho de compartir archivos a través de Internet de forma ilegal es el
responsables de la reducción de las ventas de música. Y este es el
argumento para llevar a cabo una campaña legal de demandas individuales
contra internautas que descargan música a través de Internet. No
obstante, y según hemos leído en New Scientist, los investigadores
concluyen: “Como mucho, compartir archivos puede explicar una mínima
parte de este descenso de ventas”.
Para llevar a cabo la
investigación, Oberholzer-Gee y Strumpf monitorizaron 680 álbumes, de
diferentes géneros, descargados durante 17 semanas en la segunda mitad
de 2002. Para ello utilizaron programas que automáticamente
monitorizaban las descargas y después comparaban estos datos con las
ventas de estos mismos dicos durante el mismo periodo con el objetivo de
establecer alguna conexión.
Las canciones más descargadas no
resultaron tener un descenso de ventas como resultado del aumento de las
descargas. De hecho, los discos que vendieron más de 600.000 copias
durante este periodo se vendían mejor cuanto más se descargaban.
Para estos álbumes, cada 150 descargas se correspondían con la venta de
un disco original y legítimo. El estudio mostró sólo un ligero descenso
de ventas como resultado del intercambio online de la música menos
popular. “Desde un punto de vista estadístico, esto significa que no hay
un efecto entre las descargas y las ventas”, afirman Oberholzer-Gee y
Strumpf.
Acciones legales
La RIAA (Recording Industry Association of America), que representa a
las mayores discográficas del mundo, hace referencia a ciertos estudios
que sugieren que los descensos de ventas de música están directamente
relacionados con el crecimiento del intercambio de canciones ilegal a
través de Internet. Por ejemplo, una serie de encuestas llevadas a cabo
por Voter Consumer Research indicaron que es menos probable que aquellos
que descargan más canciones de forma ilegal, compren discos. “Son
innumerables las ocasiones en las que los analistas han determinado que
compartir música de forma ilegal ha tenido un impacto adverso en la
venta de CDs”, señaló Amy Weiss, portvoz de la RIAA.
Ante esto,
los recientes esfuerzos de la RIAA han sido intentar acabar con el
intercambio de música online. Para ello, la táctica más radical de la
asociación ha sido la de localizar cientos de archivos compartidos de
usuarios individuales y demandarles por violación de los derechos de
autor.
Este planteamiento fue adoptado después de que un tribunal
de Estados Unidos dictaminara que las compañías que proporcionan las
redes para compartir archivos no tienen responsabilidad respecto a las
acciones de sus usuarios.
Los que se oponen a estas tácticas
legales, incluidos algunos grupos de consumidores, músicos y académicos,
han acusado a la industria de la música de fracasar en el reconocimiento
del potencial que hay en el intercambio de archivos como un método de
distribución de música legítimo.
En sus conclusiones,
Oberholzer-Gee y Strumpf sugerían que la caída de las ventas de música
podría ser parcialmente explicada por la debilidad de la economía
estadounidense y por el aumento de los precios de los CDs.