La pandemia ha transformado los entornos de trabajo. Las empresas permiten trabajar tanto en la oficina como en casa y esto conlleva cambios en la manera de afrontar el día a día.
Una de las consecuencias detectadas por Gartner es la reducción de los informes de cumplimiento. La tasa de dichos informes se ha contraído un 30 % respecto a los niveles prepandémicos. La consultora explica que ahora es menos probable que los empleados observen una mala conducta y también es menos probable que la denuncien.
“El aumento de las prácticas laborales remotas e híbridas ha reducido el volumen de conductas inapropiadas y el potencial de observarlas”, dice Chris Audet, director sénior de investigación en Gartner.
“Desde la pandemia, es mucho menos probable que los empleados hablen si sienten que algo está mal”, añade. “Una cultura en la que los empleados no creen que otros estén denunciando una mala conducta tiene implicaciones negativas para el negocio. Es menos probable que los empleados vean a su empresa como éticas, piensen que la empresa se preocupa por ellos y se comprometan con su trabajo”.
“Para los trabajadores remotos, cuando cierran su ordenador portátil ya no están en el trabajo: la vida de oficina no forma parte realmente de su ecuación social diaria, no están tan integrados en la cultura de cumplimiento”, explica Crhis Audet.
“En muchas situaciones”, prosigue, “los empleados remotos se dirán a sí mismos que informar no es lo correcto, simplemente en términos de interés propio. Están haciendo un cálculo de coste-beneficio y pueden imaginarse que hablar no les va a beneficiar“.
Que no haya denuncias no quiere decir que no se estén produciendo ya malos comportamientos, más bien cambia la tipología, como también se ha modificado la relación de los empleados con sus empleadores.
Los trabajadores remotos llegan a encontrarse con un 11 % menos de malas conducta que sus colegas que siguen yendo a la oficina. Ellos ya no experimentan situaciones inapropiadas relacionadas con obsequios, viajes u ocio.
“Pero cosas como la intimidación y el comportamiento indeseado van en aumento“, advierte Audet. Entre las nuevas formas de mala conducta están ciertos comportamientos online, como el uso de fondos de vídeo inapropiados.
“El acoso, la intimidación y el comportamiento no deseado aumentaron un 7 % para los trabajadores remotos” y “el mal uso del tiempo y de los activos de la empresa aumentó un 3 %. El acoso sexual“, por su parte, se mantiene “relativamente estable con solo un 1 % menos para los empleados remotos desde la pandemia”, revelan desde Gartner.