La pandemia deja cuatro grupos de empleados diferenciados
Strategy Analytics cree que el volumen de teletrabajadores podría acabar disparándose un 300 % respecto a la normalidad precrisis.
La pandemia ha dejado a su paso cuatro grupos de trabajadores, etiquetados por Strategy Analytics como “city escapees”, “family jugglers”, “struggling commuters” y “teleworking lifers”. Y un sentimiento de que el trabajo en remoto no sólo podría ampliarse temporalmente.
El grupo más amplio es el de los “struggling commuters” o personas en el aprieto de tener que desplazarse a diario a sus puestos, que además serían empleados con bajos ingresos. Aquí entran miembros del sector minorista, de la fabricación e incluso del ámbito de la salud, con poca probabilidad de teletrabajar. Representan un 37 % del total de los trabajadores.
Otro 30 % son “family jugglers”, esto es, aquellos que hacen malabares con la familia y no se muestran tan interesados como otros en el teletrabajo.
Casi una cuarta parte (24 %) se acomoda en la categoría de “city escapees”, compuesta por quienes escapan de la ciudad y están encantados con la opción de trabajar desde la comodidad de sus casas. A la mitad de ellos, de hecho, les gustaría continuar así para siempre.
Por último, están los “teleworking lifers”, que están comprometidos con el teletrabajo porque ya era su forma de vida. En su caso, componen el 9 % de la fuerza laboral.
Strategy Analytics, que saca estos datos de una investigación realizada entre habitantes de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania entre los meses de marzo y mayo, explica que muchas empresas están reconfigurando sus políticas. Mientras tanto, personas que antes de la pandemia se tenían que desplazar a la oficina preferirían no volver a esa situación.
Aunque el trabajo en remoto puede entorpecer la comunicación e incluso plantear ciertos problemas como el aislamiento, los beneficios pesarían más.
“Los empleados han hablado”, señala David Mercer, autor de la investigación, “la pelota ahora está en la cancha de los empleadores. Durante la pandemia, la gente ha disfrutado de no desplazarse más que de cualquier otro aspecto del trabajo desde el hogar” y “muchos estarían encantados de continuar si su empleador lo permitiera”.
La previsión es que el volumen de personas que trabajan desde sus hogares podría dispararse hasta un 300 % a largo plazo en relación con los niveles de antes de la crisis sanitaria.