La nueva movilidad urbana se abre paso en Europa (y el mundo)

El transporte compartido y los servicios digitales crecerán el doble de rápido que la movilidad tradicional durante la próxima década.

La nueva movilidad urbana generará ingresos globales de 660.000 millones de dólares en 2030.

Las ciudades se están transformando hacia lugares más inteligentes, orientados a las personas y sostenibles.

En esto tienen que ver los nuevos modelos de movilidad urbana, que van más allá de los automóviles de propiedad privada, pero también del transporte público convencional. Estos modelos apuestan por viajes compartidos y servicios digitales.

Un estudio entre el Oliver Wyman Forum y el Instituto de Estudios de Transporte de la Universidad de California, Berkeley, pronostica que esta movilidad crecerá el doble de rápido que la movilidad tradicional durante la próxima década: un 10 % por año frente a un 5 %.

Además, los nuevos servicios pasarán de generar 260 000 millones de dólares en 2020 a 660 000 millones en 2030.

A esto contribuirán distintos factores, desde el alquiler de coches y los servicios de suscripción de vehículos al carpooling y el buspooling, pasando por los ciclomotores eléctricos, las bicicletas compartidas y los servicios de recarga para coches eléctricos o el pago inteligente de aparcamiento, entre otras posibilidades.

Los servicios de pago por estacionamiento inteligente, por ejemplo, deberían alcanzar los 32 000 millones de dólares anuales con el cambio de década.

El carpooling aportará 21 000 millones de dólares en 2030. Las bicicletas compartidas llegarán a los 15 000 millones. El mercado de servicios de recarga crecerá hasta los 12 000 millones. Y el ciclomotor tiene potencial para contribuir con 7000 millones.

En definitiva, servicios emergentes y semimaduros impulsarán la nueva movilidad, con las consiguientes ventajas a nivel de medioambiente y habitabilidad.

Los servicios de movilidad evolucionarán a un ritmo diferente según la región. Mientras Norteamérica aportará una cuarta parte del valor de mercado, pasando de 66 300 millones de dólares en 2020 a 175 000 millones diez años después, Asia verá disminuir ligeramente su peso a nivel mundial, pasando del 52 % al 51 % de participación.

Europa, por su parte, mantendrá una cuota del 20 %. Si en 2020 captaba 56 800 millones de dólares, con el paso del tiempo terminará generando ingresos por valor de casi 144 000 millones.

Las ciudades europeas darán protagonismo a la micromovilidad y los vehículos eléctricos hasta superar a Asia como la región de más rápido crecimiento en movilidad eléctrica.

El Viejo Continente ya lidera en uso compartido de ciclomotores, con un 70 % del mercado en 2020, como solución de desplazamiento frente al tráfico en las ciudades y el liderazgo París.

Las bicicletas también son un medio de transporte común en Europa, que persigue los objetivos de cero emisiones y neutralidad de carbono. Mientras los patinetes eléctricos se integran de buen grado con el transporte público.

Las ventas europeas de automóviles eléctricos de pasajeros se dispararon un 143 % en 2020, gracias a países como Noruega y Holanda, consiguiendo adelantar a China. El número de vehículos eléctricos en carretera debería ser de 74 millones en 2030. Aquí los vehículos con batería se abren paso más rápido que los híbridos enchufables.

Europa lidera asimismo en servicios de pago de estacionamiento inteligente. Estonia, Holanda y Suecia ya muestran un grado maduro de digitalización, mientras que otros como España e Italia serán los que impulsen el crecimiento futuro.