Se llaman ‘trolls de patentes’ y son la última amenaza a la que tendrán que enfrentarse las empresas del mañana (y posiblemente ya las de hoy).
El modus operandi de los trolls de patentes es muy sencillo: estas empresas no crean ningún producto, no producen ninguna entrada en ningún portfolio. Ellos únicamente registran patentes, especialmente en los campos del software, de forma más específica, y las nuevas tecnologías, en líneas generales, que después otras compañías de estos sectores tendrán que utilizar.
Un estudio de la Universidad de Boston ha confirmado esta modalidad como una amenaza importante, señalando que entre 1990 y 2010 las empresas ya han perdido medio billón de dólares por culpa de su actuación. En los últimos cuatro años, las compañías han tenido que invertir, sólo en gastos legales asociados a patentes, 80.000 millones de dólares.
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