La nube da paso a una nueva modalidad: la Investigación Como Servicio
Microsoft asegura que durante los dos últimos años ha visto crecer el interés de la comunidad científica por el modelo cloud para aprovechar toda la potencia de proceso que proporciona.
En tiempos de crisis, las comunidades científicas que no cuentan con ingresos privados son las primeras en ver recortados los recursos provenientes de las administraciones públicas. No hay más que ver el estado en el que se encuentran estos profesionales en nuestro país, muchos de ellos obligados a salir de nuestras fronteras para desempeñar su importante trabajo en mejores condiciones.
Al respecto de esta dura etapa que les toca vivir, comienza a hablarse de una nueva modalidad de computación íntimamente relacionada con la nube: la Investigación Como Servicio, que no es otra cosa que la utilización de recursos basados en cloud computing para llevar a cabo el cálculo masivo de datos científicos. En condiciones normales, la infraestructura necesaria tiene unos precios inaccesibles para la gran mayoría de organizaciones que no cuenta con fondos privados.
Es ahí donde entra en juego la modalidad PaaS (Plataforma como Servicio). En el caso de Microsoft, Windows Azure, que ya ha servido a más de 75 equipos de investigación para ejecutar sus procesos de cálculo. De entre los sectores más beneficiados se encuentran los de Ciencia Computacional, Biología, Física, Química, Ciencia Social, Geología, Meteorología…
Tal y como explica Dennis Gannon, director de la estrategia de Investigación Cloud en Microsoft Research, “hemos aprendido que los investigadores valoran mucho el concepto de utilizar recursos computacionales bajo demanda que sean escalables en vez de tener que adquirir, desplegar y gestionar recursos dedicados, mucho más caros en esos primeros momentos”.
El 90% de las comunidades científicas encuestadas por Microsoft admiten que el ROI mejora mucho al utilizar el modelo de cloud computing para ejecutar sus aplicaciones, por lo que están dispuestas a seguir por ese camino.
Gannon propone un interesante ejemplo de este tipo de despliegues llevado a cabo en la Universidad Aegean de Grecia. Desde allí han puesto en marcha una aplicación cloud sobre Windows Azure que es capaz de simular la propagación de los incendio. Esta información ya está siendo utilizada por los pertinentes Departamentos de Bomberos y Agencias de Protección Civil para mejorar la eficiencia de su trabajo.
Es tan sólo un caso de los muchos en los que se puede aplicar este tipo de cálculos científicos haciendo uso de recursos en la nube.