El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA ha desarrollado una nube privada basada en Red Hat OpenStack que modernizará el almacenamiento y capacidad de su centro de datos.
El laboratorio, que se dedica a la construcción y desarrollo de naves espaciales no tripuladas, basa gran parte de sus misiones espaciales en capacidades de computación en la nube debido al gran monto de datos que manejan para cada proyecto.
Hasta ahora la mayor parte de la infraestructura del JPL se ha alojado en un servidor on site, por lo que la subida a la nube privada ofrecerá importantes avances en términos de flexibilidad y capacidad de computación en la nube.
Red Hat es el principal contribuidor a la comunidad OpenStack y su solución IaaS que se ha desarrollado en conjunto con Red Hat Enterprise Linux, es una de las plataformas más recurrentes de las grandes cuentas.
Que el JPL haya elegido esta opción es para el director general de OpenStack en Red Hat, Radhesh Balakrishnan, “un reflejo de la fiabilidad, disponibilidad y escalabilidad” de una infraestructura “completamente abierta”.
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