La NASA busca cómo controlar el tráfico aéreo de los drones

Mientras Amazon, Google y otras empresas de EEUU siguen haciendo pruebas para sistemas de envío usando drones, la FAA prohíbe su uso comercial y la NASA busca una solución para el tráfico aéreo.

Podría parecer casi un chiste, pero un futuro en el que los paquetes se enviaran con drones es viable. Al menos eso parece según varias de las empresas tecnológicas más importantes de EEUU. Pero en estos planes hay varios obstáculos y problemas más allá de la mera logística.

El principal es la desconfianza de EEUU por el uso civil de esta tecnología, que ya usa de forma habitual su ejército y fuerzas de seguridad en todo el mundo y su propio territorio, y que quiere seguir teniendo el control absoluto para poder usarla sin complicaciones y sin que su adopción comercial no termine interfiriendo en su dominación total del espacio aéreo, ya sea con operaciones autorizadas o supuestos usos de espionaje y seguridad ilegales.

Pero aunque el uso comercial está prohibido, el uso amateur está aceptado, o al menos no está muy regulado. La presión de las empresas y el interés de los ciudadanos por los drones está aumentando su uso y la NASA quiere al menos intentar solucionar uno de los problemas, la gestión del tráfico aéreo de drones.

La idea es regular a los vehículos aéreos que vuelen bajo, entre 120 y 150 metros. El sistema monitorizaría el tiempo, el viento y el tráfico, de forma que ofrecería un sistema automático que evitaría que los drones tuvieran problemas o se pudieran chocar con edificios u otros vehículos aéreos.

Si la NASA obtiene buenos resultados con sus pruebas, se tendría la base que haría posible un control internacional del tráfico aéreo de drones, que posibilitaría la entrada comercial de su uso en labores de logística, más allá de servicios especiales o de seguridad realizados por el ejército, la policía o los bomberos.