La nanoelectrónica se definirá en diez años
El Instituto de Ciencia Molecular de Valencia y varios especialistas trabajan en un proyecto electrónico con el que obtener dispositivos más pequeños y eficientes.
El director del Instituto de Ciencia Molecular de la Universidad de Valencia, Eugenio Coronado, ha asegurado que los sistemas electrónicos de tamaño nanométrico, una milmillonésima de metro, podrían generalizarse dentro de 10 años, cuando se pase de la electrónica tradicional a la nanoelectrónica. Con este objetivo, Coronado y el resto de especialistas en electrónica molecular trabajan en la creación de moléculas con las que obtener dispositivos más pequeños, eficientes y rápidos.La electrónica molecular, inscrita dentro de la nanociencia, es en la actualidad “la alternativa a la electrónica tradicional (basada en el silicio), cuya investigación ha alcanzado su límite”, ha afirmado Coronado, quien pronuncia la conferencia “El nanocosmos molecular” en el centro Cosmocaixa de Madrid.
Para Coronado, la base de esta disciplina se encuentra en la química, pero también en la física, ya que el proceso parte de la capacidad del científico para “manipular” y generar en la molécula alterada, propiedades como la conductividad eléctrica o el magnetismo propio de los imanes.
La investigación de Coronado y sus colegas está orientada a conseguir el “correcto” ensamblaje y disposición de cada molécula, de forma que éstas sean capaces de interactuar entre sí, y dar lugar al tipo de sólido deseado.
La puesta en marcha de la “ingeniería cristalina”, denominada así por el investigador, requiere de la modificación de fragmentos de esas moléculas, con los que, hasta el momento, se han conseguido “materiales con propiedades ópticas o magnéticas interesantes”, utilizados como sensores y emisores de luz.
Asimismo, las aplicaciones actuales en electrónica molecular no sólo alcanzan a la tecnología de pantallas en donde se utilizan líquidos “tratados”, sino que llegan además a la industria textil a partir del uso de estos materiales en la fabricación de “vestidos especiales”, y también a la construcción de barcos.