La movilidad emergente o por qué debes saber qué es BRICS (II)
Smartphones, tabletas y demás aparatejos móviles comandan la demanda de dispositivos a nivel mundial, especialmente en ciertos mercados de gran explosión económica como Brasil.
En la primera parte de este artículo repasamos ciertos rasgos de la pujanza económica y móvil que está experimentando uno de los referentes asiáticos por excelencia: China. Tiene la operadora de telefonía más grande del mundo. Su base de usuarios supera con creces los 1.000 millones. Y ha conseguido colar a dos empresas entre los cinco principales fabricantes de smartphones.Pero éste no es el único país a tener en cuenta (y mucho) por la industria de TI. Los otros cuatro componentes de la zona BRICS, Brasil, Rusia, La India y Sudáfrica, también tienen bastante que decir. Veamos qué es lo que ofrecen en el terreno móvil y cómo les está yendo, uno por uno:
La vitalidad carioca
Latinoamérica en general, y Brasil en particular, es lo que se denomina una perita en dulce para el negocio tecnológico. Los clientes potenciales para aquellas empresas que quieren iniciar su andadura en tierras cariocas se cuentan por cientos de millones y su peso ecomómico va a la par. La patria Telefónica, sin ir más lejos, ha decidido llevarse a São Paulo la gestión corporativa de sus negocios en la región en vez de operar, como de costumbre, desde Madrid. Por algo Brasil es el segundo mercado más importante de la compañía. Durante los primeros nueve meses de 2013 aportó 9.275 millones (66.110 del negocio móvil) de los 42.626 millones de euros que se ingresaron en todo el mundo, casi los mismos que en el mercado local español. Y sus 91,9 millones de accesos están haciendo la competencia a los 101,9 millones de toda Europa. Los clientes móviles de Telefónica en Brasil eran 76,6 millones en septiembre
Teniendo en cuenta que Vivo, la marca bajo la que opera allí esta multinacional, es la preferida de los brasileños, nos podemos imaginar lo que está avanzando la zona en temas de movilidad. O también podemos hacer memoria. En el último año y medio, ha acogido la apertura de Kindle Store, la librería digital de Amazon que atesora e-books compatibles con sistemas operativos como iOS y Android. Ha comenzado a regular los sistemas de pagos móviles. Ha invertido a conciencia en redes 4G. Ha sido elegida para estrenar los dispositivos gobernados por Firefox OS y basados en lenguaje HTML5. Ha contribuido a la progresión de Windows Phone. Y se ha constado que el teléfono es el principal medio de acceso a Internet para sus habitantes… para más del 90% de ellos. ¿Quién da más?
La India espiritual… y material
Más podría dar La India, que de acuerdo con los cálculos de Business Insider crecerá y seguirá creciendo durante los próximos dos años. En 2016 debería acaparar un 9% de las ventas de smartphones frente al 4% de Brasil. Mientras otra de sus compañeras en el entramado BRICS, China, cederá algo de terreno hasta quedarse con “sólo” un 23%. Eso sí, este reparto de cuotas significa que entre las tres dominarán más de una tercera parte del negocio mundial y que es una demanda que hay que atender. De ellas también se desprende que estamos ante países de contrastes o incluso contradicciones, donde nos podemos encontrar con la humildad extrema y al mismo tiempo con la evolución tecnológica más recalcitrante. Ya no sólo en hardware o infraestructuras, sino en otros aspectos como el software.
Hacia las mismas fechas en las que La India absorberá el 9% del negocio smartphone global, está previsto que se alce con el título de mayor productora de desarrolladores de software, arrebatándole el título a los mismos Estados Unidos. ¿Por qué? Porque tiene población para ello (alrededor de 1.200 millones de habitantes), la juventud suficiente (la mitad de sus habitantes será menor a 25 años en 2017) y, como venimos diciendo, una economía en plena ebullición.
Una baza adicional es la posibilidad de comprar terminales decentes sin gastar demasiado dinero. Unos terminales que están dirigidos directamente a países como éste y que requieren de contenido a su medida. Hablamos de aparatos de los que ya os hemos dado cuenta como XOLO X900, LG Optimus G Pro y algún que otro Lumia, o modelos más baratos. De hecho, IDC señala que la mayoría de las unidades distribuidas no superan los 150 dólares, “llevando una experiencia informática sólida a muchas manos”. Por no hablar de otras categorías como las tabletas donde el Gobierno indio se está volcando con una baratísima serie Aakash. Otro dato: Opera acaba de confirmar que los usuarios hindúes son quienes más visitan su tienda de aplicaciones multiplataforma Opera Mobile Store.
De entre África, Sudáfrica
Prácticamente toda África se está sumando al movimiento móvil a un ritmo vertiginoso porque son precisamente los teléfonos de este tipo, y no otros dispositivos, los que pueden marcar la diferencia en el continente. Tanto para cuestiones estrictas de comunicación con los más allegados como de pagos a través de los mensajes de texto para un sinfín de situaciones, sustituyendo a las tarjetas de crédito o débito y al dinero en metálico de forma exitosa. Y es que no todos pueden permitirse tener una cuenta corriente ni pueden navegar por la Red de redes, atarse a cables, gastar un smartphone de última generación o tontear con tecnologías tipo NFC. Hablamos de la experiencia en lugares como Kenia, muy especialmente, con su ya famosa solución Safaricom M-Pesa, o de Uganda con MTN Mobile Money, cuya forma de vida está haciendo madurar la banca móvil.
Pero si debemos quedarnos con un país del más de medio centenar que puebla África ése es Sudáfrica, donde sí hay cabida para los denominados teléfonos inteligentes. La suya es la incorporación de última hora al grupo que conforma BRICS, por lo que a algunos os sonará más el nombre de BRIC. La “s” se añadió en 2011 cuando este país contaba con poco más de 51 millones de habitantes (Statistics South Africa) y de 402.000 millones de dólares de PIB (FMI). La primera cifra se eleva en estos momentos a unos 53 millones de personas y la segunda ha retrocedido hasta los casi 354.000 millones de dólares, aunque se espera que en un par de años haya recuperado la forma y en 2016 se acerque a los 465.000 millones. Junto con los demás aporta cuatro de cada diez habitantes y una quinta parte del PIB mundial. Por cierto, la reunión más reciente de estos cinco compañeros se produjo en Durban, dando voz al potencial africano.
Una Rusia no tan helada
¿Y qué pasa con Europa? Dejando a un lado el reparto de fuerzas en España, la vecina Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, del que suele dar buena cuenta Kantar Worldpanel con resultados siempre favorables para Android, están surgiendo propuestas interesantes. Llegan de manos de la británica Canonical con su proyecto Ubuntu Touch, todavía por cuajar. De la fría Finlandia con el primer teléfono Jolla. Y de la igualmente gélida Rusia con el curioso YotaPhone de pantalla dual. Por un lado es un smartphone de 4,3 pulgadas y por el otro, un lector de e-books más limitado a nivel visual pero que permite consultar información y ahorrar energía. En resumen, un concepto que pasa de imposiciones y quiere reinventar la forma en la que pensamos sobre los teléfonos móviles.
Con sus 499 euros de precio es más accesible que los teléfonos de lujo tipo Tonino Lamborghini TL700 recubierto de oro con piel de cocodrilo y protección de zafiro o el Gresso Radical R1 de titanio, que se dirigen a un público (ruso) muy concreto. Su futuro está por decidirse. Consciente de que en este mundillo no sólo basta con innovar, porque también cuenta la reputación de la marca, y a colación del culebrón sobre espionaje y seguridad tecnológica vivido en 2013, el Gobierno ruso podría estar pensando en prohibir los teléfonos producidos en el extranjero. Al menos para la casta política, lo que benificiaría a YotaPhone, como señala RT. Queda por ver en qué queda la idea y cómo afectará al resto de los ciudadanos rusos y, en consecuencia, también queda por aclarar si influirá o no a la capacidad de crecimiento real de este gigante entre gigantes como promesa móvil que es.