Las actualizaciones de software entregan nuevas funciones a los usuarios, pero también corrigen fallos de seguridad. Esto quiere decir que, cuanto más tiempo tarden los dueños de los dispositivos en aplicar estas correcciones, más tiempo permanecerán vulnerables frente a la actividad de los ciberdelincuentes.
Un estudio de Kaspersky revela que los usuarios ven la instalación de actualizaciones como una tarea rutinaria y aburrida en vez de como una defensa efectiva.
Prácticamente 1 de cada 2 españoles (49 %) pospone las actualizaciones cuando reciben la notificación de que están disponibles. Los dos motivos más frecuentes tienen que ver con la negativa a dejar de usar el dispositivo o cerrar un programa específico en ese preciso momento o a que están trabajando.
Además, el 65 % no aprecia inconvenientes en retrasar la aplicación de nuevas actualizaciones.
Como dato positivo, el 42 % opina que puede aprovechar de forma productiva el tiempo de espera mientras se actualiza su dispositivo, ya sea leyendo un libro, viendo la tele, cocinando o dando un paseo. El 43 % asegura disfrutar de este descanso de la tecnología.
Cabe señalar que más de una cuarta parte de los encuestados (26 %) continúa haciendo lo mismo que antes de saltar la actualización, sólo que se cambia a otro dispositivo.
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