El trabajo híbrido ha llegado para quedarse. La opción de teletrabajar ya no se ve como algo extraño. El estallido de la pandemia de coronavirus obligó a las empresas a adaptarse y permitir a sus trabajadores realizar tareas en remoto, fuera de la oficina, les ayudó a sobrevivir.
La lógica hace pensar que este modelo irá extendiéndose, combinando la opción de quedarse en casa o de trabajar desde localizaciones distintas al despacho tradicional con la presencialidad.
Pero a unas compañías ese proceso les está costando más que otras. En España muchas pymes (pequeñas y medias empresas) siguen esforzándose en derribar barreras. El estudio An SMB Guide to Making Hybrid Permanent de Dynabook revela que el 65 % de ellas necesita optimizar plenamente sus soluciones de TI para llegar a buen puerto.
La productividad de los empleados y el tiempo de inactividad de las TI son sus dos mayores preocupaciones. Solamente un 13 % considera que en estos momentos tiene suficientes recursos tecnológicos para apoyar a sus trabajadores. Además, un 36 % asegura que, directamente, no dispone de suficiente personal informático, incluyendo expertos de seguridad informática.
Al depender de recursos limitados, suelen optar por herramientas asequibles capaces de simplificar la gestión y fomentar la productividad. En el centro de su estrategia se sitúan los dispositivos, lo que lleva a un 63 % de las pymes españolas a confesar que las decisiones de compra de ordenadores portátiles son más importantes ahora que antes de la crisis sanitaria.
Otros elementos tecnológicos que ocupan un lugar destacado en sus planes son la infraestructura de escritorio virtual y las soluciones de edge computing.
Además, la seguridad sigue siendo una de sus prioridades. Casi la mitad de las pymes españolas (46 %) coincide en que la seguridad fue el elemento de TI que más les ha costado gestionar en esta época de pandemia, ya sea a nivel de red o en relación al hardware que está en manos de sus empleados.
Otro 46 % ha aumentado sus presupuestos. Las compañías tienen como áreas prioritarias de inversión futura la infraestructura de ciberseguridad, las soluciones basadas en la nube y la asistencia remota de TI, ademá de equipar a su gente con nuevos dispositivos.
“Aunque no existe un planteamiento único para todos los casos, está claro que los presupuestos deben ampliarse a medida que atravesamos tiempos económicos difíciles”, opina Damian Jaume, presidente de Dynabook para la región europea. “Es esencial que las pymes den prioridad a la inversión y al despliegue de tecnologías fiables, rentables y seguras en su objetivo de hacer el cambio híbrido permanente”.
Otro estudio, en este caso de Logitech, Microsoft e IDG Research baraja que 2023 puede convertirse en el año de la confirmación del modelo híbrido en España.
Su pronóstico es que un 85 % de las empresas de nuestro país combinará trabajadores presenciales y a distancia el año que viene.
Una mayor flexibilidad, la satisfacción de los empleados, el ahorro de costes, las posibilidades de colaboración o la atracción de talento se encuentran entre las razones para decir sí al trabajo híbrido, además de la competitividad.
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