La mayoría de los profesionales de privacidad europeos teme una disminución en los presupuestos
Desde ISACA advierten de que esto sería “normal si las operaciones de privacidad se consideraran maduras”, pero que “no es el caso”.
Las empresas europeas necesitan dar más pasos adelanta para fortalecer la privacidad de los datos. De acuerdo con una investigación de ISACA, el 41 % profesionales de la privacidad en el continente considera que sus presupuestos están infradotados y una cifra todavía mayor (56 %) cree que se reducirán aún más este año.
Esta disminución se produce a pesar de que más de la mitad (53 %) de las organizaciones sufre la falta de personal en sus equipos de privacidad y de que 2 de cada 5 tienen problemas para retener a los profesionales cualificados.
En estos momentos, únicamente una décima parte de los encuestados tiene confianza plena en la capacidad de su equipo de privacidad para garantizar el respeto a los datos y el cumplimiento normativo.
Entre otros desafíos, se enfrentan a carencias a la hora de trabajar con distintos tipos de tecnologías o de demostrar conocimientos técnicos y sobre operaciones informáticas.
La reducción prevista en los presupuestos de privacidad sería “normal si las operaciones de privacidad se consideraran maduras e integradas tras los primeros años de inversión. Sin embargo, este no es el caso”, analiza Chris Dimitriadis, Global Chief Strategy Officer de ISACA.
“La combinación de inversiones reducidas con falta de habilidades en un panorama de ciberamenazas cada vez más sofisticado es la receta para el desastre”, advierte. “También es una prueba de que se necesita una formación más holística a nivel directivo y de líderes de privacidad para comprender y comunicar las necesidades respectivamente”.
Para combatir la situación actual, un 68 % de los profesionales de la privacidad apunta que su empresa está ofreciendo formación sobre privacidad con carácter anual. El 58 % ofrece esta capacitación cuando se realizan nuevos fichajes.
Además, la mayoría (52 %) ha tomado la decisión de formar a personal no especializado para que desempeñen funciones de privacidad. En el 39 % de los casos se está recurriendo con mayor decisión a contratistas o consultores externos.