Aunque suena a broma o a inocentada, ha vuelto a pasar. Los miembros del Proyecto Fedora se han visto obligados a retrasar, una vez más, el lanzamiento de Fedora 18.
El director del programa Fedora, Jaroslav Reznik, y el resto de desarrolladores implicados quieren aprovechar esta semana de margen para resolver los “blocker bugs” que todavía existen en el código. La mayoría de los componentes de Fedora 18, mientras tanto, han sido congelados para evitar que se produzcan errores adicionales de cara a la liberación final.
Si se cumple con este último plazo propuesto, el sistema será liberado 70 días más tarde de lo esperado. La principal razón de los continuos retrasos sufridos hasta la fecha incluso en la versión alfa ha sido el instalador Anaconda, que ha recibido un proceso de reescritura de gran magnitud.
Los interesados pueden descargar la versión beta, disponible desde finales de noviembre, que incluye por primera vez en los repositorios el entorno de escritorio MATE.
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