La lenta adopción de IPv6
Los defensores de la nueva tecnología, que prometen un mayor número de direcciones IP y ventajas en cuanto a seguridad, parecen quedarse solos.
Un último estudio ha puesto sobre la mesa cuán lento está siendo el índice de adopción de IPv6, la próxima versión del principal protocolo de comunicaciones de Internet, lo que llevará a la creación de un mercado negro en el que las compañías negocien con IP no utilizadas.
El informe, firmado por Arbor Networks, afirma ser el estudio más completo de la utilización de IPv6 hasta el momento y aunque incluye pocas sorpresas para los que siguen este tema, los resultados demuestran lo lentamente que esta tecnología se está adoptado: en este momento IPv6 representa menos de un uno por ciento del tráfico de Internet.
Arbor ha dicho que el estudio se ha hecho con la ayuda de la Universidad de Michigan y casi 100 proveedores de Internet (ISP) y de contenido, incluidos los más importantes de Estados Unidos y de Europa.
IPv6 es el sucesor de la actual versión del protocolo Internet, IPv4. Su adopción es importante porque IPv4 puede soportar sólo unas 4.000 millones de direcciones de Internet, que se están agotando, mientras que IPv6 es capaz de soportar muchos miles de millones más. Además, también hay ventajas en cuando a seguridad y gestión de redes.
Algunos expertos afirman que las reservas de direcciones IPv4 se agotarán en unos cuantos años. De hecho, un investigador del Networks Research Center de la operadora BT ha calculado que quedan exactamente 900 días (a fecha de hoy) para que se agoten las direcciones IP del actual protocolo.
Quizá el problema de la lenta adopción de IPv6 es que son pocos los que se creen que el desastre pueda llegar realmente a ocurrir. El informe de Arbor indica que la adopción está creciendo, pero muy lentamente. Desde julio del año pasado el tráfico IPv6 se ha multiplicado por cinco, a una media de 100Mb diarios.
Otro detalle que puede afectar a esa lenta adopción es la existencia de algunos trucos para aumentar la rentabilidad de las actuales direcciones IP, como los NATs, o network address traslators, que lo que hacen, esencialmente, es permitir que muchos ordenadores compartan la misma dirección de Internet. Hay también muchas direcciones localizadas en organizaciones que no se están utilizando. Esto último es lo que ha llevado a algunos analistas a soñar con un mercado negro en el que las empresas negocien con las direcciones IP que les sobran.
El estudio también ha puesto de manifiesto la mayor pereza que Estados Unidos tiene para el cambio, ya que la implementación del nuevo protocolo es mayor en Europa y Asia.
No obstante la adopción ha sido claramente lenta y el estudio debería servir para hacer despertar a las compañías de la necesidad y urgencia de un cambio. Y es que hace dos o tres años el agotamiento de las direcciones de Internet parecía lejano, pero, como afirma Matthew Ford, analista del Networks Research Centre de BT en Inglaterra, “la adopción generalizada llevará de dos a tres años, por lo que ahora es el momento para que los grandes ISP y proveedores de contenido empiecen a hacer sus migraciones”.
El dinero, por cierto, es un elemento clave. El departamento de Comercio de Estados Unidos calcula que los costes de actualización a IPv6 alcanzarán los 25.000 millones de dólares; y eso sin que se generen ingresos adicionales. Porque IPv6 ofrece pocos incentivos o nuevas características para atraer a los clientes.
En principio deberían ser las empresas las que iniciaran el cambio porque son las que primero sufrirán el tener que utilizar IPv4. Además, desplegar el nuevo protocolo Internet es más fácil para las empresas que para los ISP, que tiene que hacer más conexiones a redes externas.