La inversión en digitalización aumentará un 40 % en 2022 para respaldar operaciones autónomas

Desde Rockwell Automation explican que “necesitamos ser flexibles” y “resistir a la tentación de aferrarnos a las ‘viejas costumbres’” para crecer.

La automatización ayudará a las empresas a prosperar después de la pandemia de coronavirus, que ha obligado a muchas de ellas a replantear sus procesos y subirse al carro de lo digital para mantener la actividad.

“Ahora que las noticias informan de los indicios de recuperación, ha llegado el momento de mirar al futuro y tener en cuenta las lecciones que hemos aprendido”, indica Susana González, presidenta en EMEA de Rockwell Automation. “Necesitamos ser flexibles respecto a cómo enfocamos este año y resistir a la tentación de aferrarnos a las ‘viejas costumbres’. Si estamos abiertos a cambiar nuestras percepciones en base a la experiencia, podremos crecer: nuestras creencias sólo son válidas hasta que son refutadas”, dice.

Y continúa: “personalmente, al igual que muchos, antes pensaba que para ser eficiente en las ventas y en las relaciones con los clientes, era necesario estar sobre el terreno todo el tiempo. Llegó la COVID-19, nos adaptamos y el cielo no se cayó, seguimos vendiendo y atendiendo a nuestros clientes. Incluso me han sorprendido los beneficios que ha aportado el proceso de adaptación”.

Rockwell Automation patrocina un resumen ejecutivo de IDC que revela algunas predicciones sobre transformación digital industrial en la región EMEA. En él se determina que las empresas incrementarán sus inversiones en tecnologías digitales un 40 % en 2022 para apoyar el funcionamiento autónomo. Esto supone apostar por la gobernabilidad de datos, funciones de ingeniería digital y tecnologías de operaciones digitales.

También en 2022, 7 de cada 10 organizaciones deberían haber acelerado ya el uso de tecnologías digitales, transformando procesos comerciales e impulsando el compromiso del cliente, la productividad de sus empleados y la resiliencia empresarial.

Antes, este mismo año, un 90 % de las cadenas de suministro de fabricación habrá invertido en tecnología y procesos en favor de esa resiliencia, con mejoras en productividad del 5 %.

Y después, en 2023, se espera que los fabricantes reduzcan un 30 % el personal onsite por medio de la tecnología de visión artificial, realidad aumentada y realidad virtual, ofreciendo soporte de ingeniería y mantenimiento desde cualquier lugar.