El análisis de los datos requisados por los investigadores en la redada de la semana pasada a la sede central de Google en París podría llevar años, de acuerdo con el fiscal nacional Eliane Houlette, tal y como recoge Reuters.
La sospecha de evasión de impuestos llevaba siendo tema de conflicto entre el gigante de Internet y las autoridades francesas, desencadenando esta operación en la que han intervenido hasta 96 inspectores.
Los estados comunitarios han empezado a tomar medidas contra las multinacionales por la forma en que explotan su presencia global para reducir al mínimo las obligaciones fiscales. Por su parte, Google ha defendido que cumple plenamente con la legislación francesa.
“Hemos recogido una gran cantidad de datos de los ordenadores. Tenemos que analizar toda esta información y contamos con recursos limitados“, ha afirmado Houlette.
Desde el Ministerio de Hacienda se reclaman a la compañía unos 1.600 millones de euros en impuestos atrasados. En otros estados de la UE, como Reinio Unido, el gobierno ha llegado a un acuerdo de fiscalidad retroactiva, pero las autoridades francesas han rechazado pactar.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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