La inseguridad de los móviles se convierte en un prometedor negocio
El aumento de los ataques dirigidos contra dispositivos móviles supone un quebradero de cabeza para los usuarios pero no para operadores y fabricantes de software, que se frotan las manos ante el despegue de un nuevo y jugoso negocio.
El éxito de las plataformas móviles como Android o iPhone no ha pasado desapercibido para los ciberdelincuentes que cada vez con mayor frecuencia desarrollan nuevos ataques específicamente diseñados para vulnerar estos sistemas.
Aunque a día de hoy gran parte de los usuarios smartphones no conciben el peligro al que están expuestos, la adopción de programas de seguridad para móviles es una tendencia al alza que experimentará su despliegue masivo sin mucha dilación.
“El mercado de la seguridad móvil será un día mayor que el de los ordenadores“, vaticina Neil Rimer, cofundador del fondo Index Ventures, “la gente pagará para proteger sus dispositivos, y el mercado no será propiedad de una sola empresa”.
Se calcula que el negocio del software de seguridad para móviles crecerá en un 50% hasta el próximo 2014, hasta alcanzar los 2.000 millones de dólares.
Todos los actores de la industria quieren tener su parte del pastel, tanto las compañías de seguridad tradicionales como McAfee como las operadoras de telefonía que también están empezando a ofrecer protección a sus clientes.
Los ciberdelincuentes utilizan diversos métodos para atacar a los usuarios de smartphones, pero sin duda, el éxito de las aplicaciones móviles supone una puerta a las infecciones ya que en muchas ocasiones los usuarios descargan apps sin comprobar su procedencia y autenticidad, de forma que están introduciendo el malware en su teléfono.
Eso es precisamente lo que ha ocurrido en el Android Market, en el que se retiraron un buen número de apps que habían infectado 250.000 terminales, pero “ha habido casos en todas las plataformas, Symbian de Nokia, iOS de Apple y Android“, según apunta John Hering, fundador de la firma de seguridad Lookout.