La inflación en el punto de mira
La semana ha sido objeto de bastante volatilidad por la mezcla de datos
macro buenos y algunas noticias corporativas.
Cifras corporativas
A mitad de la semana las cifras de Siemens y Unilever junto con las
cabezas rodantes de algunos máximos ejecutivos Nortel Networks, un peso
pesado de la tecnología, a propósito de un posible escándalo contable
que podría remontarse a los estados financieros del 2000, fueron mal
recibidas por los inversores.
Excepto el punto negro que han
supuesto las cuestiones referentes a estas compañías, ha habido otras
muchas empresas que han cumplido con las expectativas que el mercado
tenía en cuanto a sus resultados. Es llamativo cómo una vez olvidados
los atentados del 11M, y tras la recuperación de los valores, se ha
retomado progresivamente la cuestión de las salidas a bolsa.
Como
muestra de que no se trata de un fenómeno circunscrito a nuestro mercado
no hay más que tomar a Google como ejemplo, para el que se barajan
cifras entre 20.000 millones y 25.000 millones de dólares de
capitalización en el momento de su salida al mercado (algunas voces ya
proclaman que la emoción que suscita podría elevar esta cifra hasta
40.000 millones de dólares, lo cual en nuestra opinión podría ser una
señal preocupante). Como ya indicamos anteriormente la salida de papel
debe ser interpretada como una oportunidad de financiación de las
compañías a precios que se consideran aceptables. Sólo por este motivo
los mercados podrían encajar alguna corrección (o ayudar a que estén
planos una temporada), obedeciendo simplemente a la ley de la oferta y
la demanda.
Las posibles subidas de tipos de la Fed no intimidan a los inversores
La impresionante secuencia de datos macro positivos no intimida como
antes a los inversores por las posibles subidas de tipos por parte de la
Fed. De ahora en adelante la clave de interpretación de las estadísticas
macroeconómicas positivas podría cambiar. En primer lugar, buenos
registros deberían directamente de ser causa de optimismo, o al menos de
un optimismo capaz de contrapesar la secuencia de incrementos de tipos,
que ya deberían estar parcialmente en precio. En segundo lugar,
probablemente los datos más importantes para las bolsas serán por una
temporada los de empleo, pues al fin y al cabo hace falta ratificar que
este fleco no queda suelto, y los de inflación tanto para Estados Unidos
como Europa, pues van a determinar qué confianza se puede tener en los
plazos largos de la curva para mantener la renta fija en cartera, al
tiempo que dan fe de que el proceso recuperación.
Creemos que una
buena síntesis de la interpretación de las referencias macro podría ser
la siguiente: 1) en Estados Unidos lo importante es la inflación,
mientas que en Europa es que por fin se inicie la recuperación, 2) en
Estados Unidos los datos de empleo van a determinar cuándo se decidirá
la Fed a subir tipos, mientras que los datos de inflación van a indicar
la agresividad con que se podrían realizar las subidas después del
primer movimiento (probablemente de 25pb).
EL BCE ha vuelto a
mover ficha. Por una parte ha comentado que el crudo es un reductor del
crecimiento potencial que ha alcanzado un nivel crítico aun a pesar de
la cobertura que ha dado la apreciación del euro. Sin embargo la
debilidad del crecimiento tiene su origen en las inexistentes reformas
estructurales (y nosotros matizamos que en las perspectivas que crean
sobre el futuro que los agentes económicos esperan). Además de esto
reincide en que no hay divisiones internas en cuanto a la política
monetaria y que no va a haber cambios…si aplicamos la sencilla regla
del decalaje de 6 meses entre Estados Unidos y Europa, habría que estar
esperando las primeras subidas de tipos para el primer trimestre de 2004.
Una pizca de perspectiva histórica en cuanto a los tipos y la inflación
en Estados Unidos
Como todas las semanas, la Fed se ha desmarcado con algún comentario que
merece una reseña. En esta ocasión Greenspan ha dicho que espera que en
el medio y largo plazo los precios de la energía se encuentren en
niveles más elevados que los que hemos tenido estos últimos años (es
decir un cambio estructural en el nivel de precios).
El
equilibrio entre oferta y demanda se ha modificado de manera que los
contratos que miran seis años hacia el futuro ya están recogiendo esos
mayores precios de la energía. De esta manera, lo lógico sería esperar
presión inflacionista por esta vía y un cambio en la forma de producir y
consumir la energía de ahora en adelante en ese país (entendemos que
orientado a una mayor eficiencia).
Sin embargo, puntualizó que la
situación no se va a desenvolver de manera comparable a la que tuvo
lugar después de los años 60 cuando se dispararon los precios del crudo,
aunque se admite que el crecimiento futuro podría verse afectado (este
comentario en concreto puede hacer que la toma de pendiente se ralentice
mientras el precio del petróleo se mantenga en máximos; por contra una
caída del crudo puede acelerar las ventas de renta fija en los tramos
largos por una menor amenaza contra el crecimiento global; ¿Ayudará
China a reducir la expectativa de demanda de crudo?, ¿Cumplirá Arabia
Saudí con su defensa de la banda de precios 22-28 dólares?). Mientras
que los altos precios actuales podrían estar descontando el miedo a una
posible disrupción en la oferta (recordamos el intento de atentado
contra instalaciones petrolíferas en Irak), la OPEP está calibrando
hasta qué punto puede tensar la cuerda, ya que saben que un precio
excesivo podría conllevar desaceleraciones de la economía mundial que
frenen la demanda y por tanto sus ingresos.
Referencias macro destacadas
En cuanto a las referencias macro destacadas de la semana, en Estados
Unidos los pedidos de bienes duraderos de marzo crecieron un 3,4 por
ciento demostrando que el tono de la demanda es fuerte y con unos bienes
de capital ex defensa y aeronaves que creciendo un 2,4 por ciento,
apuntando mayores inversiones para el futuro y en cierta manera apoyando
la expectativa de creación de nóminas para ese mes.
Posteriormente el índice de confianza consumidora del Conference Board
de marzo superó con creces las estimaciones de los analistas tocando la
cota de 92,9 vs 88,5 anterior y 88,5 estimado, probablemente por la
mejora del empleo de marzo y a pesar del permanente ruido de fondo de
Irak y de los precios de las gasolinas.
El PIB del primer
trimestre de 2004 preliminar creció un 4,2 por ciento, es decir por
debajo del 5 por ciento que se esperaba, probablemente por la
retroalimentación de las estimaciones y el optimismo a medida que iba
acercando la fecha de la publicación. Aunque la cifra esté por debajo de
lo que se esperaba no limita la fuerza ni el mantenimiento de la
recuperación hacia el futuro.
La debilidad del dólar todavía ha
hecho que la aportación del sector exterior sea positiva (aunque
obviamente con un crecimiento de las exportaciones inferior), mientras
que las ayudas fiscales han hecho que el grueso de la contribución del
crecimiento recaigan sobre el consumo privado (260 puntos básicos del
total de 420 puntos básicos de crecimiento registrado).
En cuanto
a los deflactores no hay buenas noticias ya que se ha materializado
seriamente una inflación del 2,5por ciento vs 1,5 por ciento anterior
para el PIB y del 2,0 por ciento vs 1,2 por ciento para el consumo
personal subyacente. Aquí esta la clave de las malas noticias pues esto
provocará que se descuente una secuencia de subida de tipos que podría
ser agresiva, con independencia de un primer movimiento que podría
rondar los 25pb.
En Europa el IFO alemán de abril alcanzó 96,3 vs
95,4 anterior superando con creces las estimaciones de los analistas y
recuperando parte del terreno perdido. El patrón habitual de una
recuperación moderada suele ser la caída del índice de expectativas para
su posterior estabilización, mientras que el índice de condiciones
actuales mejora. Este patrón se ha mantenido en el conjunto de los
últimos 6-8 meses, por lo que en principio mantenemos una visión
cautelosa pero positiva en la recuperación alemana y por ende europea.
No obstante advertimos que es posible que los comunicados del BCE que dejaban
entrever una posible bajada de tipos podrían tener que ver con este
resultado. La confianza empresarial europea también ha tenido una
respuesta positiva por las mismas razones que el IFO y quizá por la
ligera depreciación del euro de las últimas semanas.
Tras la
tromba de datos relevantes del cierre de la semana, en la semana
entrante los mercados tendrán que enfrentarse a la interpretación de los
índices ISM en Estados Unidos en los que ya podemos anticipar que los
platos fuertes van a estar en los subíndices de precios y empleo. De
igual modo habrá decisión de tipos por parte de la Fed, en la que no se
espera que haga nada excepto cambiar oficialmente el discurso hacia un
tono más duro en el que se hagan referencias a la evolución esperada de
la inflación y la postura que podría tomar ante ésta la Reserva Federal.
Finalmente el informe de empleo pondrá la guinda a la secuencia de
referencias. En Europa se seguirán con atención los índices de gerentes
de compras, el dato de desempleo y la decisión de tipos del BCE (en la
que tampoco se espera ningún cambio).
Con todo, seguimos pensando
que el balance para los mercados es positivo y que es más arriesgado
tomar posiciones defensivas que cíclicas mientras continúen los buenos
datos corporativos y macro. No descartamos correcciones puntuales, que
no deberían ser capaces de cambiar la trayectoria de los mercados.
Si el escándalo de Nortel no es un hecho aislado, asistiremos a volatilidad y
caídas (parece ser que se trata de un asunto que comenzó en octubre del
año pasado). Igualmente recordamos que a medida que finaliza el mes de
abril nos adentramos en el periodo mayo-junio, que es tradicionalmente
flojo para las bolsas (posibles mercados planos o con tendencias poco
acentuadas).