La industria vinícola empieza a implementar Big Data

España es el país con mayor extensión de terreno dedicado al cultivo de la vid del mundo, con cerca de un millón de hectáreas de viñedo según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) en 2014.

Esta industria goza de buena salud, con un alto nivel de exportaciones mundiales, y gracias a la aplicación de la tecnología Big Data los productores van a poder ampliar sus competencias con la posibilidad de controlar su cosecha a través de la colección, el análisis predictivo, la clasificación y la búsqueda de patrones en grandes cantidades de datos.

Conocer cuál es el momento idóneo para cosechar la uva es un desafío cuya principal dificultad radica en que hasta ahora, determinar el estado óptimo de madurez del fruto ha sido un proceso subjetivo.

“bynse es aplicable a cualquier explotación donde los datos procedan de diversas fuentes, en las que los procesos involucren a muchos sistemas, entidades y personas o en las que se genera rápidamente gran cantidad de información”, afirma Gonzalo Martín, CEO de bynse.

Esta solución de Dinsa se pone al servicio del vino tomando datos sobre el estado del terreno, de la planta y de la climatología para controlar el riego, el estado de maduración o el uso adecuado de productos fitosanitarios, que garanticen la calidad del caldo, a través de sensores distribuidos por el viñedoy a los que puede accederse en tiempo real a través de cualquier dispositivo con conexión a Internet.