Como ciudadano europeo, observo muy frecuentemente que nuestra visión de los negocios, el buen hacer, la elegancia y la profesionalidad, son elementos cada vez más similares entre los distintos países de la Unión Europea. Nuestra visión del negocio es muy parecida y la proyección internacional del producto europeo es cada vez más popular y más valorada.
Para sacar partido a las numerosas connotaciones positivas asociadas a los productos europeos, surgen herramientas que dan la posibilidad de potenciar los valores de marca europea y hacerlos populares en los mercados internacionales. El dominio .EU es el ejemplo de un recurso ofrecido por compañías como Nominalia para empresas que quieren proyectar estos valores europeos como son el diseño, la confianza, la exclusividad, la seriedad y la fiabilidad de un producto realizado en el continente. Como el diseño italiano, la cocina española o los coches alemanes. La imagen que proyectan hacia el exterior es siempre positiva y el mensaje de confianza y profesionalidad es notable.
Contar con un dominio .EU permite a la persona o empresa que lo emplea añadir a su perfil todas esas connotaciones positivas y lanzar un claro mensaje de calidad al mercado. La cifra de dominios .EU en toda Europa se sitúa alrededor de los 3,42 millones (dato del 6 de octubre de 2011) según el EURid, el organismo registrador. En España rondamos ya los 100.000 registros. Y las cifras siguen creciendo día a día, una muestra de la madurez que están alcanzando en el mercado y del reconocimiento paulatino de los beneficios que aporta.
Por un lado, el hecho de haber registrado un dominio .EU implica que la compañía tiene su sede en uno de los países de la Unión Europea. Al promover una identidad en línea inconfundiblemente europea, los .EU ayudan a ciudadanos y empresas a aprovechar íntegramente los beneficios asociados al mercado único. De hecho, el .EU es compatible con una gran variedad de caracteres ya que permite registrar cualquier dominio con caracteres multilingües (IDN) como acentos o incluso caracteres griegos o cirílicos. Por otro lado, la radicación de la empresa en un país europeo la dota de un marco normativo estable y consolidado que le permite proyectar a sus posibles clientes los valores de respeto y libertad que presiden el marco europeo.
Además de ser una de las extensiones de dominio que contempla las estrategias de protección de marca online para ciudadanos, compañías e instituciones europeas, el .EU es prueba de garantía y seguridad gracias a la implementación del protocolo DNSSEC (09/06/2010), destinado a aumentar la seguridad del Sistema de Nombres de Dominio (DNS). El protocolo DNSSEC evita que los piratas informáticos intercepten el tráfico web y lo redirijan a sitios web falsos que pueden engañar a los visitantes para que proporcionen información personal, como los sitios bancarios falsos que parecen sitios auténticos.
Cada vez son más las empresas que apuestan por dar un paso más allá del simple registro y convertirlo en su principal forma de presencia online, por encima de dominios genéricos como .com o .org o de dominios regionales, como el .es, el .fr o el .it. Gracias a extensiones como el .EU, que dicen tanto con tan poco, podemos reforzar nuestra identidad online sacando partido a los valores europeos que transmite allá donde la Red nos lleve.
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