La gran oportunidad se llama 5G
La quinta generación de comunicaciones móviles tiene un enorme potencial de negocio, pero para hacerlo realidad se tienen que cumplir algunas premisas, tal y como se ha puesto de manifiesto durante el Huawei Mobile Broadband Forum.
Especial desde Zúrich
A pesar del gran salto dado en el último año, la industria de las telecomunicaciones necesita mejores condiciones y una regulación más favorable para el despegue definitivo del 5G, según Huawei. Para hablar de ello, esta semana ha celebrado en Zúrich (Suiza) una nueva edición del congreso Mobile Broadband Forum, en el que Silicon ha estado presente.
Como en anteriores años, todo ha girado en torno a la quinta generación de comunicaciones móviles, que ya está tomando forma a nivel comercial. El fabricante anunciaba que ya ha comercializado 40 redes 5G en 20 países y espera que esta cifra ascienda a 60 despliegues para finales de año. En total, ya existen 400.000 antenas desplegadas a lo largo del mundo y listas para dar cobertura a múltiples sectores.
Los primeros que se están beneficiando son los usuarios de smartphones con 5G, para los que ya hay disponibles más de 130 dispositivos preparados para ello. De esta forma es posible conseguir velocidades de descarga de más de 1,4 Gbps y tiempos de respuesta por debajo de los 10 milisegundos.
Mientras tanto, el mercado residencial será el siguiente en contar con servicios inalámbricos similares a los que ya proporciona la fibra óptica. Esto significa que en 2020 comenzaremos a ver las primeras ofertas de internet de banda ancha ultra rápida a través de 5G (FWA), especialmente en aquellas localizaciones donde no llegan los despliegues de fibra, como los entornos rurales: En sus primeras etapas, los hogares podrán contar con velocidades de partida de 100 Mbps, algo impensable hace poco tiempo incluso con el par de hilos de cobre o el cable coaxial y que permitirá mejorar exponencialmente la experiencia de millones de personas.
Sin embargo, la quinta generación de comunicaciones móviles va mucho más allá de estos ámbitos, tal y como hemos explicado en diversas ocasiones: Educación, Transporte, Industria 4.0, Salud, IoT, Ciudades inteligentes, Agricultura, Construcción… y un largo etcétera de escenarios donde la tecnología 5G es aplicable. No en vano, desde los inicios de su desarrollo se han tenido en cuenta por primera vez los ámbitos más allá de las comunicaciones humanas, lo que se traduce en una gran oportunidad de negocio para todo el ecosistema de organizaciones implicado en las TIC.
El problema es que se necesitan mejores condiciones para el completo desarrollo de los servicios 5G, así como una mentalidad más abierta para acelerar el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones, tal y como declaraba Ken Hu, vicepresidente de Huawei, durante su intervención en el Mobile Broadband Forum.
Según sus palabras, la cuestión del espectro radioeléctrico es una de las que primero se han de abordar, como el uso de mayores anchos de banda, la asignación de frecuencias, los incentivos a los distintos actores de la industria o unos modelos de precio más flexibles, así como un mayor soporte regulatorio por parte de los gobiernos. Por último pero no menos importante, es crucial el entendimiento y la cooperación en todo el ecosistema para poner en práctica los estándares abiertos marcados por organizaciones como la 3GPP.
Ryan Ding, Executive Director of the Board, Presidente of Carrier BG de Huawei, recalcaba que la industria necesita una colaboración más cercana entre reguladores, operadores, proveedores y partners. De ser así, en 2025 habrá casi 1.600 millones de usuarios de 5G, 480 millones de hogares usarán banda ancha fija 5G y todo ello en su conjunto aportará casi 300.000 millones de dólares al PIB mundial.
Durante el congreso, intervinieron diversas organizaciones y empresas privadas como China Telecom, GSMA, CMCC, Sunrise, Orange, Telefónica y Vodafone, que corroboraron las palabras de Hu, además de confirmar que la nueva especificación va mucho más allá del simple aumento de velocidad de transferencia de los datos.
Latencia cercana a cero
La latencia es el tiempo que transcurre entre el envío de una petición y la recepción de una respuesta. En términos de telecomunicaciones, este parámetro se ha ido reduciendo considerablemente con el paso de las distintas generaciones, pero con la llegada del 5G se podrán conseguir tiempos de respuesta cercanos a cero. Concretamente, con los despliegues iniciales es posible bajar de los 10 milisegundos, pero el objetivo es llegar al rango de los 3 a 5 milisegundos. A la espera de ello se encuentran muchos servicios pensados para utilizar 5G, como las operaciones quirúrgicas a distancia o el uso de coches autónomos, entre otros escenarios.