La formación continua, una obligación para los altos directivos
Los expertos recomiendan formación para resolver “demandas de sala de juntas”.
Un alto directivo al cargo de cualquier negocio que se precie debe mantener una actividad formativa constante.
A diferencia de lo que pudiera parecer, cuando un directivo llega a lo más algo de una organización, debe mantener activo el ritmo de aprendizaje. Aunque sean los mejores, dice Noelia de Lucas, directora comercial de Hays en España, el aprendizaje siempre aporta valor.
En un mercado inestable y dinámico es fundamental que los gestores de las empresas estén preparados para afrontar los cambios foráneos e internos; desde las nuevas tendencias macro hasta las “demandas de la sala de juntas”.
Algunas de las quiebras empresariales de los últimos años han sido la consecuencia de fracasos en la búsqueda de nuevos mercados, recuerda De Lucas. Para evitarlo recomienda tener “una gran amplitud de conocimientos experiencias y habilidades estratégicas”.
Estos requerimientos son aún más necesarios en empresas en las que los altos ejecutivos se promueven de áreas especializadas como ventas, operaciones o marketing. En estos casos, los directivos deben recibir formación en áreas críticas para el mandato empresarial como la economía y gestión de negocio.