La falta de un modelo de negocio frena la expansión de las smartcities
Un marco regulador que fomente la colaboración público privada no será suficiente si no hay un definido modelo de negocio que dé dinero.
¿Por qué no se produce la explosión de las ciudades inteligentes en España? Hay tecnología, hay demanda, hay ciudades modelo.
La respuesta a la pregunta se daba en el título mismo de la jornada que han organizado hoy en Madrid Fundetec y Garrigues: La colaboración público-privada en las smartcities.
Hacer de una ciudad una ciudad inteligente implica poner el acento en la eficiencia, en la sostenibilidad y en la calidad de los servicios públicos. Las TIC facilitan este trabajo, pero el combustible definitivo que hará funcionar el engranaje será la colaboración de los agentes públicos y privados implicados. Y dentro de esta cooperación hay que crear modelos de negocio que generen riqueza.
El Gobierno ha mostrado el compromiso de crear un marco favorable para el impulso de las ciudades inteligentes. El Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información y presidente de Fundetec, Víctor Calvo-Sotelo ha enumerado las líneas de actuación en las que trabaja el ejecutivo.
El impulso de la normalización a través de AENOR, el análisis de los cambios en la regulación actual, la promoción de instrumentos de colaboración público-privada y de I+D+i y el fomento de la concienciación social.
El alcalde de Santander y presidente de la Red Española de Ciudades Inteligentes, Iñigo de la Serna, ha sido mucho más claro en su ponencia.
Como líder de la RECI y dirigente de una de las ciudades inteligentes bandera en España conoce las necesidades concretas para impulsar el modelo. Ha pedido cambios legales que ofrezcan “garantías jurídicas” para que las TIC sean competencia de las administraciones locales. Reclama trabajar en la estandarización para compartir los mismos modelos.
De la Serna ha recordado que Europa ha proporcionado una plataforma [en referencia a FI-WARE] para el desarrollo de proyectos para la mejora de servicios públicos. No obstante ha alertado de que “hace falta un modelo de negocio”.
Sin él, sin un modelo que aporte ingresos, “el [sector] privado no va a entrar”. “Está bien colocar sensores para medir los rayos ultravioleta”, ha ejemplificado, para admitir después que eso no da dinero.
Otros retos tienen que ver con la seguridad (de datos, de privacidad de los ciudadanos, de protección de los sistemas) y con las trabas burocráticas que ralentizan la participación de terceros.
Como colofón, De la Serna ha recordado y ha coincidido con el Secretario de Estado en que sin la participación ciudadana y sin la reducción de la brecha digital, ningún modelo de negocio es viable.