La factura electrónica en España permite ahorrar el papel equivalente a 13.000 pinos al año
En 2020 se superaron los 240,7 millones de facturas electrónicas en nuestro país, con un ahorro adicional de más de 1.868 millones de euros en costes de gestión.
La factura electrónica está generando beneficios medioambientales considerables a nivel mundial, y también en España.
Según el Estudio comparativo del uso de la factura electrónica en España de SERES, la implantación generalizada de este elemento para la digitalización de procesos permitió un ahorro de papel equivalente a 12 960 pinos en 2020. Esto es lo mismo que el 86 % de la masa forestal del Parque del Buen Retiro de Madrid.
Esta cifra refleja su impacto positivo en todos los ámbitos: B2B, B2G y B2C. Si sólo se tienen en cuenta las consecuencias ambientales por transacciones entre empresas, la realidad es que se ha evitado un uso de papel equivalente a 56 234 pinos entre los años 2012 y 2020.
“La factura electrónica se ha convertido en una valiosa tecnología que nos permite proteger el medioambiente mientras facilitamos el crecimiento económico, aumentamos la eficacia en las transacciones, reducimos tiempos de cobro y generamos importantes ahorros en costes y tiempos de trabajo”, comenta Alberto Redondo, director Marketing & Mass Market de SERES.
El año pasado se consiguió un ahorro de más de 1868 millones de euros en costes de gestión y de 515 años laborables en términos de horas de trabajo necesarias para emitir y gestionar el mismo número de documentos en formato físico.
En 2020 se superaron los 240,7 millones de facturas electrónicas. El sector servicios lideró su uso, con casi un 56 % de las empresas emisoras y más del 58 % de las receptoras.