La explosión de la impresión 3D no llegará hasta dentro de una década
Las empresas y la industria médica adoptarán la tecnología mucho antes que su llegada al gran público.
La adopción masiva de impresoras 3D tendrá que esperar. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio elaborado por la consultora Gartner.
A pesar de que la industria está creciendo rápidamente, las impresoras 3D no llegarán al consumidor final hasta dentro de 5 ó 10 años. Según los datos hechos públicos hoy, la adopción en empresas y en la industria médica llegará antes.
Uno de los principales escollos que la consultora ha detectado para llevar las impresoras 3D al consumidor final es la juventud de la industria. Aún no se han explorado todos los beneficios que puede aportar ni se ha simplificado lo suficiente. Y es que cada uso requiere un hardware, un software y un material diferente.
“Primero hay que determinar los requerimientos de material, eficiencia y calidad de los productos; después, elegir la tecnología idónea; en tercer lugar, elegir la impresora más adecuada”, explican desde la consultora.
Para las empresas, estos requerimientos no suponen un gran obstáculo. La impresión 3D es especialmente útil en la creación de prototipos, ya que permite ahorrar costes y detectar fallos antes de su producción a gran escala, indica el estudio hecho público.
En el caso de la industria médica, la tecnología ofrece un sinfín de oportunidades en la producción de implantes y prótesis.
Pero la utilidad en el mercado de consumo no es aún clara. Será necesario crear un estándar, hardware capaz de trabajar con diferentes materiales o en su defecto detectar la demanda para hacer una oferta con poco margen de error.
Para esto, augura Gartner, aún queda tiempo.