La era de los objetos conectados
En 2020 habrá más de 70 mil millones de dispositivos conectados a internet en el mundo. Se trata de un sector que, durante la próxima década, tendrá un potencial económico cercano a los 11 billones de euros. Construir un planeta más inteligente y mejorar los hábitos de vida son los principales retos para esta nueva revolución.
Frigoríficos capaces de hacer la lista de la compra, inodoros que nos alertan sobre nuestra salud, zapatillas que registran itinerarios en la nube o prendas de ropa que miden el estado de ánimo. La “Internet de las cosas” hace referencia a una red de objetos cotidianos interconectados. Aunque suene a ciencia ficción, la conectividad se ha convertido en una realidad que avanza a pasos agigantados. De hecho, las previsiones señalan que en 2020 habrá más de 70 mil millones de dispositivos conectados en el mundo. Se trata de una revolución, una nueva era en la que cualquier objeto de nuestro alrededor, desde un edificio hasta un coche, podrán interactuar.
En la actualidad, ya hay más cosas enchufadas a internet que personas, sobre todo por la masiva penetración de los smartphones. Según los expertos reunidos en la primera edición del IoT Forum, una jornada dedicada al “Internet de las cosas”, organizada recientemente por el centro tecnológico Barcelona Digital, las personas pasaremos de tener dos dispositivos de media en 2012 a 9 en el 2020. El evento sirvió como punto de encuentro entre startups, grandes empresas e investigadores. Además del complejo océano de datos a la hora de gestionar, los asistentes coincidieron en la necesidad de una estandarización que vincule hardware y software, ya que su ausencia está frenando el crecimiento de las compañías.
Más allá de sus aplicaciones cotidianas, este sector tendrá en 2013 unos 613.000 millones de dólares de beneficios. El informe Internet of Everything (IoE) Value Index, elaborado por Cisco, desvela que las empresas que mejor aprovechen las conexiones entre personas, procesos, datos y objetos generarán mayores ingresos. Para Mª José Sobrini, directora de Cisco Consulting para EMEA, “el IoT tiene la capacidad de ahorrar costes y de mejorar los procesos productivos y comerciales de empresas de todos los sectores. Su valor fundamental reside en la gestión inteligente de la información que se recoge de múltiples fuentes y objetos en tiempo real”.
Añadir una capa de seguridad de próxima generación para que cada objeto cuente con inteligencia de red constituye un reto. De los cálculos realizados por Cisco se desprende que hay 11 billones de euros de potencial económico en juego para las empresas del sector privado a escala global durante los próximos diez años. Sobrini sostiene que de esa cantidad de dinero (unos 800.000 millones de euros sólo en 2013), “el continente europeo podría capturar un 30 por ciento, con la consiguiente generación de riqueza y empleo”.
Las ciudades inteligentes entenderán a sus ciudadanos. Sabrán lo que necesitamos, lo que nos gusta y lo que buscamos. “Todavía hay pocos casos de productos reales, no son masivos. El internet de las cosas será una industria muy importante. Podrán surgir nuevos objetos que no conocemos y que resuelvan muchas necesidades reales. Ése será el verdadero impacto”, apostilla Carlos de Otto, CEO de Thinking Things, un producto revolucionario de Telefónica.