Valencia será la primera comunidad autónoma que apoyará la semana laboral de cuatro días a través de un proyecto que dará comienzo en los próximos meses. Contando con un presupuesto de diez millones de euros se procurará que esta reducción de la jornada laboral sin reducción de salarios derive en una posible reducción de ingresos si tuviera lugar una posible reducción de la productividad.
Como medida de apoyo a esta revolucionaria decisión las empresas que decidan participar en el proyecto recibirían una compensación por el día de trabajo que se pierde que sería del 100 % el primer año, del 50 % el segundo año y del 25 % el tercer año.
Para ello es imprescindible que las empresas no reduzcan los salarios a pesar de reducir una jornada semanal y que las horas de dicha jornada tampoco se repartan entre las otras cuatro, de manera que los empleados mantendrían la remuneración pero a cambio de 32 horas semanales repartidas en cuatro jornadas, en lugar de 40 horas semanales repartidas en cinco jornadas.
Uno de los propósitos es fomentar la contratación de nuevos empleados para suplir la jornada laboral que faltaría por cubrir. Se trata de una iniciativa que algunas empresas privadas ya han comenzado a implantar en programas piloto, como Telefónica, aunque en ese caso la reducción de jornada sí llevaba aparejada una reducción de salario.
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