La computación distribuida y la inteligencia artificial, claves en el 6G
Las redes 6G comenzarían a instalarse en 2029, siendo en 2032 cuando comenzaría su comercialización a gran escala.
Al mismo tiempo que continúa avanzando la implantación de las redes 5G se sigue trabajando en el desarrollo de protocolos y tecnologías que permitirán, en un futuro muy próximo, evolucionar hacia la siguiente etapa de la transmisión inalámbrica de información a tan velocidad y con banda ancha, el 6G.
Esa nueva etapa supondrá cambios tecnológicos muy significativos y la clave estará en dos tecnologías muy concretas: la computación distribuida y la inteligencia artificial (IA). La mayor velocidad y menor latencia que ya representa para las comunicaciones la tecnología 5G permite a los operadores ofrecer servicios comerciales con calidad y tiempos de respuesta equiparables a las redes fijas.
Además, debido a la naturaleza descentralizada de los nodos 5G, desarrolladas bajo una arquitectura diversificada, se abre la puerta a una siguiente fase con el 6G en la que tendría un gran papel la computación distribuida. Dada la complejidad que se alcanzaría la gestión inteligente del tráfico de estas redes podría mejorar también gracias a la aplicación de la IA.
Todos estos cambios no son inminentes pero ya se establecen en el calendario fechas tampoco demasiado lejanas, estimándose que el inicio del despliegue de las redes 6G tendría lugar en el año 2029 y en 2032 sería cuando comenzaría a producirse la comercialización a gran escala de este tipo de conexión.
Las redes 6G, por sus características, serían entonces capaces de competir con las redes fijas de banda ancha mediante fibra, y en esa competitividad tendría una gran importancia su naturaleza descentralizada, potenciada gracias a la computación distribuida, reforzada por la aplicación de la inteligencia artificial.