El año pasado Telefónica llegó a un acuerdo de venta de O2, la segunda operadora móvil del mercado británico que compró en 2005, pero desde las autoridades de competencia de la Unión Europea no darán el visto bueno a la operación.
Al menos, eso es lo que aseguran desde Reuters, donde apuntan que Margrethe Vestager, comisaria europea de la Competencia, no ve con buenos ojos el escenario que quedaría en el mercado de telecomunicaciones del Reino Unido tras la fusión.
En ese sentido, Hutchison Whampoa, la empresa que desea adquirir O2, es propietaria de Three UK, la cuarta operadora móvil del mercado, y se estima que con la adquisición se creará un grupo líder en el Reino Unido.
Lo cierto es que a pesar de las múltiples concesiones ofrecidas tanto por Telefónica como por Hutchison Whampoa, en la Unión Europea consideran que no hay razones suficientes para otorgar el visto bueno a la operación.
Las autoridades comunitarias argumentan que el acuerdo podría desembocar en un aumento de los precios para los consumidores británicos de telefonía móvil, a la vez que generaría un descenso de la competencia en el país europeo.
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