El trato de favor que Irlanda ha concedido durante años a Apple se considera no apropiado y podría constituir ayuda ilegal a una empresa por aporte de un Estado, lo que quiebra el principio de libre competencia en el marco del mercado único europeo.
Son las conclusiones iniciales hechas públicas hoy por la Comisión Europea en relación con un acuerdo comercial firmado por Steve Jobs en los años 80 y que habría permitido tributar a Apple en Irlanda únicamente un 2 % de los beneficios obtenidos.
En opinión de la Comisión Europea estos acuerdos conferían a Apple una ventaja sobre el resto de competidores que se mantuvo a lo largo de los años. A tal efecto se considera que las rebajas fiscales de las que se benefició Apple entre 1991 y 2007 constituyen ayuda estatal a la empresa en cuestión, una práctica no permitida por la legislación comunitaria.
A pesar de que los primeros acuerdos de Apple en Irlanda comenzaron a principios de la década de los 80 y que se firmó un acuerdo de manera oficial con representantes de la Administración del país en 1991, la investigación de la CE se limita al periodo comprendido entre 2004 y 2014. Ambas partes implicadas sólo han comentado el asunto para manifestar su convencimiento de no haber quebrantado ninguna legislación.
En caso de que la CE concluyese finalmente con un dictamen de culpabilidad podría imponer sanciones por una cantidad equivalente al 10 % del total de los impuestos no satisfechos al mismo tiempo que podría imponer a Irlanda una multa de hasta 1.000 millones de euros.
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