Atendiendo a una denuncia de Vodafone, la CMT, aprobó una resolución por la que obligaba a Telefónica a poner a disposición de sus competidores una solución automatizada para que pudieran ofrecer a sus abonados Internet indirecto sin teléfono, advirtiendo a la operadora que tendría que pagar 10.000 euros diarios hasta que el servicio no estuviera operativo, algo que no ocurrió hasta septiembre.
Tres meses o cien días que resultan en la multa del millón de euros. Como de costumbre para las grandes compañías, resulta más barato pagar sanciones que permitir la competencia.
Entre lo positivo de la resolución que cierra el expediente y una vez comprobado que Telefónica presta con garantías el servicio mayorista al resto de alternativos, la CMT le autoriza a comercializar su propio servicio naked ADSL a nivel minorista, lo que supone que tendremos más competencia en el mercado.
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