La amenaza del estilo de vida digital
Para que el estilo de vida digital llegue a ser una realidad, los compañías necesitan superar las incompatibilidades tecnológicas.
El Consumer Electronics Show de este año ha dado para mucho. Además de presentarse los últimos dispositivos, los más innovadores, y darnos una pincelada de lo que nos espera, que a buen seguro sorprendería al mimísimo Inspector Gadget, durante el CES se han reunido expertos de todo el mundo y de las compañías tecnológicas más importantes para hablar, entre otras cosas, sobre la incompatibilidad entre diferentes tecnologías.
Dispositivos de entretenimiento, reproductores de todo tipo de contenido digital, teléfonos móviles, cámaras digitales? una gran variedad de dispositivos mostrados en el CES que, en la mayoría de las ocasiones, tienen como denominador común la característica de no poder funcionar juntos.
“La industria no ha hecho un buen trabajo para ofrecer interoperabilidad”, comentaba Frans van Houten, presidente y CEO de Philips Semiconductors, que además hacía un llamamiento a la industria de la electrónica de consumo para que se adoptaran estándares comunes.
En la mayoría de las ocasiones la incompatibilidad no se produce por tecnologías inadecuadas, sino porque los fabricantes no se ponen de acuerdo en un estándar común. Como resultado hay una amplia variedad de tarjetas de memoria para cámaras digitales, y la música digital comprada en ciertos servicios de venta a través de Internet sólo puede ser reproducida en un dispositivo específico, por ejemplo.
La industria tiene que tratar el tema de las incompatibilidades, señalaba Pat Griffis, vicepresidente de la Digital Living Network Alliance (DLNA), a la que pertenecen compañías como Microsoft, Sony, Hewlett-Packard, Philips, Nokia y Samsung Electronics. La DLNA se creó en 2003 con el objetivo de buscar la interoperabilidad entre estándares. Ya se han creado una serie de guías y los primeros productos basados en ellos saldrán pronto al mercado.
Pero lo cierto es que este tema no parece que vaya a solucionarse, por lo menos a corto plazo. Los consumidores estamos asistiendo, poco menos que atónitos, a la lucha campal por la próxima generación de DVD. Respaldados por grandes compañías tecnológicas y apoyados por sectores de la industria, el HD DVD y el Blu-ray, tecnologías incompatibles entre sí, quieren quedarse con todo el terreno de juego, dejándonos a los usuarios ante la dura decisión de optar por uno u otro y rezando porque nuestra apuesta no acabe como el difunto sistema Betamax.