El operador telefónico holandés KPN ha anunciado que reorganizará su
filial belga de telefonía móvil Base, lo que supondrá la supresión de
200 empleos para reducir costes.
Para seguir con su estrategia
de crecimiento, Base modificará su actual organización y se centrará en
sus actividades principales, indica KPN, añadiendo que esta operación
podría tener un impacto de 200 empleos en una plantilla formada por 930
personas.
El objetivo de Base es incrementar sustancialmente su
base de clientes en los próximos años y adaptar su estructura actual a
los requerimientos de su estrategia de crecimiento, a través de
externalizaciones y subcontrataciones, según precisa la compañía.
En este sentido, la dirección de KPN anunció el pasado sábado que inyectará al
grupo 600 millones de euros para evitar que entre en quiebra, dado que
la ley belga obliga a las empresas a mantener un cierto nivel de activos.
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