Jolla, la start-up que surgió de Nokia, presenta su primer smartphone

La empresa finlandesa Jolla, formada por antiguos trabajadores de Nokia, Jolla, ha presentado su primer smartphone de 4,5 pulgadas, procesador de doble núcleo, cámara de 8 megapíxeles, conexión 4G LTE y 16 GB de memoria. Jolla surgió en julio de 2011 en respuesta a la decisión de Nokia de abandonar el sistema operativo MeeGo en favor de Windows Phone.

Después de que Nokia rechazara MeeGo, un sistema basado en Linux con el que pretendía competir con Android, algunos trabajadores de la compañía decidieron crear la start-up Jolla. El proyecto se enfrentaba primero al desarrollo de un sistema operativo propio y a  la búsqueda de un fabricante de móviles que construyera sus dispositivos después.

Jolla ha conseguido romper la homogeneidad del software con su interfaz de usuario Sailfish y un modelo de negocio que fomenta el trabajo con terceros para desarrollar nuevos tipos de experiencia en los smartphones. Sailfish está basado en Linux y puede ser compatible con cualquier terminal, aunque hasta hoy no existía en el mercado ningún smartphone con Sailfish OS nativo.

Ahora, Jolla también apunta a la venta de teléfonos inteligentes propios. La empresa ha abierto el plazo de reserva de su nuevo dispositivo y anuncia que estará en el mercado este año a un precio de 399 euros. La otra pata de su hardware son los shells desprendibles que se acoplan a la parte posterior del teléfono y que pueden ser cambiados y personalizados por el usuario.

El ex CEO y actual jefe de Software de Jolla, Marc Dillon, explicó a TechCrunch la idea de vincular el hardware y el software como parte de las discusiones y los planes de la compañía desde el principio. “Nos propusimos hacer el mejor dispositivo que pudimos, y entendimos que el software y la experiencia del usuario son claves porque son donde reside el valor de un dispositivo y el hardware es la realización de eso, es una materialización del software”.