Jewel Quest 2, aventura por África
Un clásico conocido y muy entretenido para pasar horas jugando en nuestro PC mientras viajamos por distintos entornos del continente africano.
Posiblemente Jewel Quest II para PC no llegue a ser el juego del año por sus gráficos espectaculares renderizados en 3D, ni por su sonido Dolby Surround, pero como se nos ocurra probarlo, estaremos perdidos. El propósito de echar una partida rápida a este clásico es realmente difícil.
Jewel Quest II está ambientado en el año 1944 y el hilo conductor es un viaje por África acompañando a al profesor Rupert Pack a través de las ruinas de Zimbabwe, las cataratas Victoria o peligrosos safaris. Todo acompañado de una trama de amor y traición. Esta es la excusa para completar los más de 180 tableros donde tendremos que reunir piedras preciosas para convertirlas en oro y de esta forma ir acumulando puntos. A medida que vayamos resolviendo paneles, avanzaremos por el recorrido del viaje e iremos conociendo la historia del profesor.
Realmente la historia no es fundamental para acabar el juego puesto que es un complemento de lo realmente importante, completar los paneles dentro del tiempo límite, en ocasiones algo escaso. Las primeras pantallas son bastante sencillas de superar, pero conforme se avanza los tableros se complican: aparecen restricciones, objetos bloqueados, movimientos prohibidos, etc. Estudiar bien cada movimiento antes de efectuarlo es fundamental, claro que el reloj no se detiene. Ese es precisamente una de las pegas de este juego. En determinados niveles el tiempo avanza demasiado rápido y es muy difícil completar el tablero.
El juego tiene 5 niveles de dificultad y permite enfrentarse a otros jugadores a través de Internet. El aprendizaje del mecanismo del juego es inmediato y sin duda nos ocupará varias horas hasta llegar al final.
En definitiva, estamos ante un juego sencillo pero bastante entretenido. Los gráficos son sencillos, aunque cuidados y la música, después de varias horas, tal vez sea un poco pesada, pero se desactiva y ya está, a seguir jugando.