Podemos llamarla “moto acuática” porque vamos a hacer un cierto ejercicio de estilo náutico-linguístico-tecnológico.
No tiene ruedas pero tiene algo parecido a un manillar, y desde luego la “carrocería” se asemeja a una motocicleta. Quizá no fuese demasiado apropiado hablar de náutica porque no navega surcando las aguas sino que vuela sobre ellas. Pero necesita del agua del mar, un río o un lago para captar mediante la manguera de 10 metros de longitud el agua que pasará mediante succión a un motor que la propulsa con gran fuerza por las tres toberas de Jetovator.
La tobera central se ocupa de sustentar mientras que las dos superiores además permiten dirigir la maniobra. Conectado al motor de una moto de agua, el conjunto es tan ligero precisamente por carecer del motor que impulsa al agua, permitiendo alcanzar una altura de 10 metros o sumergirse bajo las aguas hasta 3 metros de profundidad.
Su precio son unos $9.000 e incluye tanto la “moto propulsada a chorro” como 15 metros de manguera para conectar a la moto de agua que sirve de propulsor (la moto de agua no está incluida en el precio) así como todos los adaptadores de las tuberías. Quizá no sea el más barato de los juguetes que te puedas comprar este verano, pero sí parece uno de los más divertidos. ─[Jetovator]
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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