Itanium: ambiciones de gama alta
Aunque ha llegado sigilosamente, la nueva generación de procesadores Itanium ya está en el mercado. Con el nombre en clave de Montvale, esta gama de chips de núcleo dual para servidores de gama alta tenía prevista su aparición el pasado año, aunque ha ido sufriendo diversos retrasos con el fin de que la tecnología estuvieses completamente lista.
Montvale -oficialmente conocido como serie Itanium 9100-, incluye seis modelos distintos de chips de núcleo dual y uno con una sola CPU. El de mayor rendimiento cuenta con una velocidad de reloj de 1,66 GHz y un Front Side Bus (FSB) de 667 MHz, un incremento importante frente al anterior FSB de 533 MHz y pensado para correr aplicaciones que requieren un elevado ancho de de banda.
El principal fabricante responsable de comercializar servidores equipados con Itanium es Hewlett-Packard, co-desarrollador del chip junto a Intel y uno de los que más fondos destinan a promocionar la plataforma.
No es para menos, pues HP decidió discontinuar su línea de procesadores Alpha con el fin de homogeneizar todos sus equipos con dos modelos de chip: Xeon para los servidores de volumen e Itanium para el ‘high-end’.
Así, HP pretende renovar toda su gama de servidores Integrity, NonStop y sus ‘blades’ con los nuevos Itanium en los próximos meses; y junto a HP también soportan el chip otros fabricantes como Fujitsu, Hitachi y NEC.
Sin embargo, la llegada al mercado de los procesadores estándares de cuatro núcleos -Xeon de Intel y Opteron de AMD- ha hecho que este segmento gane en importancia frente a los diseños para computación de gama alta.
Así, Itanium debe competir frente a miembros de su propia familia (los Xeon), mientras en su nicho de mercado concreto se enfrenta a los Power de IBM, los UltraSparc de Sun y los Sparc de Fujitsu.
Precisamente, IBM presentaba en mayo su nueva gama de chips Power 6 que ahora enfatiza también con la versión 6 de su sistema operativo AIX, mientras Sun está teniendo un éxito considerable con sus últimos UltraSparc, que renovará con la nueva generación Rock en 2008.
Para responder a esta competencia, la nueva generación de Itanium ofrece importantes mejoras frente a sus antecesores: los Montecito de núcleo dual. Así y junto al mayor rendimiento por vatio, Montvale dispone de dos tecnologías totalmente nuevas: Core Level Lock-Step, que mejora la integridad de los datos de aplicaciones eliminando errores no detectados en el núcleo, y Demand Based Switching, capaz de reducir el consumo de energía en períodos de bajo uso.
Pero aunque Montvale supone una importante innovación, quizá el Itanium más esperado por el mercado sea Tukwila, un modelo que salta de los dos a los cuatro núcleos de proceso, y capaz de soportar hasta ocho tareas por CPU de forma simultánea.
Tukwila supone por tanto el salto definitivo de Itanium a la multitarea, ya que hasta la fecha el tope de CPU’s por ‘socket’ de estos servidores se reduce a dos, de forma que los grandes servidores basados en Itanium suelen contar con configuraciones de hasta 32 vías.
Pero la evolución de Itanium no queda ahí. Tras Tukwila, Intel lanzará dos nuevos modelos del chip -Poulson y Kittson- que estarán ya diseñados bajo el proceso de fabricación de 32 nanómetros. Esto permite incluir más transistores en el chip y ganar así en rendimiento sin necesidad de incrementar el consumo energético.
Estos dos modelos contarán también con un mayor número de núcleos y de ‘threads’ o hilos, pudiendo ejecutar diversas tareas de software de forma simultánea, algo similar a lo que ya ofrece Sun con su gama de chips UltraSparc.
A pesar de sus continuos retrasos desde que el primer modelo aterrizó en el mercado en 2001, Itanium ha ido haciéndose su propio hueco, aunque más despacio de lo que esperaban sus progenitores Intel y HP.
Para promocionar la plataforma, Intel y HP crearon en septiembre de 2005 la Itanium Alliance, una comunidad que invertirá 10.000 millones de dólares en I+D y campañas de marketing hasta 2010. Está formada por fabricantes OEM y partners de software como HP, Intel, Unisys, SGI, Fujitsu, Oracle, Red Hat o Microsoft; HP aportará a esta iniciativa 1.000 millones de dólares por año.
Y aunque tres de los cuatro grandes fabricantes de servidores -IBM, Dell y Sun- no tienen modelos basados en el chip, Itanium ya cuenta con cerca de 12.000 aplicaciones disponibles, una tarea ardua para los ISV’s dado que al ser una arquitectura propietaria han tenido que reescribirse para ella.
Lo cierto es que durante 2006 bajaron significativamente las ventas de todos los sistemas IA y PA-RISC (los basados en Itanium, Power y UltraSparc) en beneficio de los servidores x86, una tendencia que tanto Intel como IBM y Sun están tratando de invertir de dos formas: con sus nuevos diseños y con agresivas campañas que incitan a los clientes a migrar de una a otra arquitectura PA-RISC.
Las predicciones de IDC conceden a Itanium una visión bastante alentadora. La consultora estima que la plataforma crecerá desde los 1.400 millones de dólares registrados a escala global en 2004 hasta los 6.600 millones en 2009. Tras Itanium 1, Madison, Montecito y ahora Montvale, su gran baza tecnológica se centra en Tukwila, el próximo modelo Itanium ‘quad-core’. Veremos cómo evoluciona.