El creador de la flamante idea es Ricardo Franco Levi, la mano derecha de Prodi y subsecretario de la Presidencia del Consejo. La propuesta de ley ya ha sido aprobada por el Consejo de Ministros, por unanimidad, y ahora tiene que pasar la prueba del Parlamento.
La ley pretende que cualquiera que tenga un blog o una página web tenga que registrarse en el ROC, producir certificados y pagar una tasa, incluso si la información que se ofrece es sin ánimo de lucro.
De llevarse a cabo, los límites a Internet serían escandalosos. De hecho, significaría una dependencia extrema de la publicidad para poder mantener cualquier blog o página y tener un periodista que pueda registrarse como profesional.
Vamos, sería el fin para el 99 por ciento de los sitios que ahora funcionan por Internet.
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