Irlanda recaudará los 13.000 millones de dólares de impuestos no pagados por Apple en las próximas semanas
El Ministerio de Finanzas de Irlanda anunció el mes pasado que estaba a punto de establecer una cuenta de depósito en garantía a través de la cual se recabará el dinero.
Irlanda espera recuperar hasta 13.000 millones de euros en impuestos atrasados de Apple en las próximas semanas tras las críticas de la Comisión Europea por avanzar demasiado despacio en este litigio.
La fecha límite para que Irlanda implementara el dictamen de la Comisión Europea fue el 3 de enero de 2017, señaló la Comisión el mes pasado, anunciando que llevaría al país ante el Tribunal de Justicia Europeo por no recaudar los impuestos.
Tras una investigación de dos años, la Comisión declaró en agosto de 2016 que los acuerdos fiscales entre Apple e Irlanda, establecidos originalmente en 1991, permitían a la empresa pagar “sustancialmente menos impuestos” que las compañías rivales y, por lo tanto, eran ilegales según las normas de ayuda estatal.
Como resultado, Irlanda recibió la orden de recuperar 13.000 millones de dólares en impuestos atrasados de Apple.
El Ministerio de Finanzas irlandés anunció el mes pasado que había estado en contacto constante con la Comisión Europea y con Apple durante más de un año y que estaba a punto de establecer una cuenta de depósito en garantía a través de la cual se recabará el dinero.
En julio, el Parlamento Europeo aprobó una directiva que exige a las grandes multinacionales que informen de los datos impositivos y financieros por separado en todos los países donde operan, en un intento por acabar con la evasión fiscal y la transferencia de beneficios a los países con tasas impositivas más bajas. Sin embargo, los requisitos necesitan la aprobación de los Estados miembros de la UE, tras la que se introducirían en la legislación nacional de cada país en el plazo de un año.
“Los países de la UE pierden entre 50.000 y 70.000 millones de euros en ingresos cada año debido a la evasión de impuestos”, ha afirmado el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
La nueva medida requeriría que las empresas con actividades en la UE y una facturación anual de al menos 750 millones de euros divulguen datos tales como ganancias, ingresos, impuestos pagados y número de empleados en cada país donde desarrollan su actividad.