Los inversores de Nokia siguen intranquilos
La reciente celebración del Nokia World 2010, gran baza de la marca finlandesa para levantar los ánimos en la compañía, no ha tenido el efecto esperado. Los accionistas de la firma no parecen haber recibido las buenas vibraciones que esperaban del reciente evento celebrado en Londres, y la presión sigue en aumento sobre el recién nombrado CEO, Stephen Elop, a quien los inversores le reclaman más efectividad y velocidad en el desarrollo de terminales capaces de plantar cara a los dispositivos y sistemas de Apple y Google.
La presentación de la nueva generación de smartphones de la compañía tampoco sirvió para reavivar sus acciones, que han perdido ya un 14% durante este año. El N8 y sus compañeros de gama basados en el sistema operativo Symbian3, el caballo de batalla de Nokia, llegan demasiado tarde para los analistas, contribuyendo a avivar la llama que se ha encendido en el seno del consejo directivo, que últimamente se ha puesto más de actualidad por sus abandonos y nombramientos polémicos que por sus productos.
Elop, que tomará posesión de su cargo el próximo 21 de septiembre, deberá analizar la rentabilidad de sistemas operativos costosos de actualizar y no tan brillantes como los analistas esperan. Los inversores parecen dispuestos a exigir que los 7.000 millones de dólares de presupuesto anual en I+D de la compañía se expriman mucho mejor.