Interxion sigue creciendo y comienza a construir el CPD más grande de Madrid
El cuarto centro de datos neutro de Interxion en Madrid, MAD4, contará con 35.000 metros cuadrados y una potencia de 30 megavatios, cinco veces más que el anterior.
Interxion ya ha comenzado las obras de lo que será su próximo centro de datos neutro, MAD4. Situado en el distrito de San Blas-Canillejas y muy cerca de los tres anteriores que ya están a pleno rendimiento, el nuevo complejo será el mayor datacenter de Madrid con 35.000 metros cuadrados de espacio técnico y también el de mayor potencia eléctrica del proveedor, con 30 megavatios. Estas cifras suponen quintuplicar la capacidad de MAD3, el anterior datacenter inaugurado hace dos años.
Aquí se ubicarán los servidores de sus clientes, aquellos que deciden llevar su infraestructura a un lugar donde se asegure el suministro eléctrico y la conectividad con el resto del mundo, todo ello con las más altas medidas de seguridad. Es lo que se conoce como ‘colocation’. Además, hay que tener en cuenta que Interxion cuenta con conexiones dedicadas a los principales hiperescalares de nube pública del mercado, como AWS, Azure, Google Cloud e IBM Cloud.
Por este barrio de Madrid circula el 65 por ciento del tráfico de Internet de España ya que en las instalaciones de Interxion están ubicados los nodos locales de la mayoría de proveedores de contenidos como Netflix, Facebook, Google, Amazon o Disney. Cuando vemos una serie de televisión bajo demanda, los datos no llegan directamente desde Estados Unidos, sino que pasan primero por este hub digital para ser distribuidos con una mejor latencia y velocidad que cumpla con la experiencia de usuario que buscamos en estos servicios.
Robert Assink, director general de Interxion España, explicaba durante el evento oficial que Madrid se está convirtiendo en el gran hub digital del sur de Europa para la interconexión de infraestructura de las empresas, pero además, con estas instalaciones, ayudamos a la reducción de emisiones de CO2 al medioambiente: “cuantos más procesos se ejecuten en los datacenter, menos se ejecutarán en otros sectores o incluso hogares, lo que repercutirá en esta reducción”. Es así porque estos centros de datos son mucho más eficientes en materia de consumo energético y refrigeración.
Por su parte, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, intervenía para recalcar la importancia de estas instalaciones como parte del “renacimiento económico que vive Madrid” con la llegada de “miles de empresas que traen sus proyectos”.
Tal y como declaraba Ayuso, “cada euro invertido en un centro de datos multiplica por 12 el impacto en el PIB. En Madrid, los proyectos relacionados con centros de datos superan los 680 millones de euros en inversión”.
La presidenta de ADigital, Carina Szpilka, apuntaba que la economía digital contribuye al 19% del PIB de nuestro país, la segunda economía por detrás del sector inmobiliario: “Con la pandemia este porcentaje ha crecido y la ambición es que llegue al 40%”. La directiva asegura que España está en un momento decisivo porque tenemos muchos y muy buenos ingredientes que nos van a permitir posicionarnos como líderes”.
En esta misma línea, Juan Parra, CEO de DXC Technology, declaraba que “la digitalización es una palanca para diferenciarse, para ser más competitivos y eficientes”. Actualmente, las tecnologías hablan cada vez menos de tecnología y más de negocio. De hecho, hasta hace poco, “los organismos de gobierno y ejecutivos no hablaban de tecnología, pero ahora ha aumentado su presencia en sus conversaciones y decisiones porque supone una palanca para impulsar los negocios”, subrayaba Parra.
Y no hay vuelta atrás, lo que son buenas noticias: “Nadie se plantea volver al mundo tecnológico anterior porque la transformación digital genera muchos beneficios para competir mejor, tratar mejor a los empleados y ser más eficientes”.
Pero aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar a los principales hubs digitales europeos. Es cierto que con estos esfuerzos Madrid se podría comparar pronto con Londres, Frankfurt o París, pero necesitaría multiplicar la base instalada de centros de datos y redes por siete para alcanzar a Ámsterdam. “Son inversiones relevantes para que el resto de la economía se pueda desarrollar”, finalizaba Assink.