El operador Interoute ha llevado a cabo la reorganización de su estructura que ha terminado con la integración de España en una nueva región.
Y es que lo que ha hecho Interoute es crear la región Mediterránea y EEC (siglas de Europa central y del Este), que está conformada por un total de diez países. Además de España, forman parte de ella Italia, Grecia, Turquía, Rusia, Ucrania, Polonia, Hungría, Bulgaria y Rumanía.
Con este movimiento, la compañía pretende unir áreas de operación y dar acceso a sus clientes a soluciones de países que son parecidos. Según defienden sus responsables, esto beneficiará a nuestro país “ya que en los últimos años ha experimentado un importante desarrollo internacional, y desde 2010 ha crecido el número de filiales españolas en países como Rumanía, Polonia, Turquía y Rusia”.
“Estamos convencidos de que esta nueva estructura ofrece un mejor posicionamiento y mayor oportunidad para la entrada del tráfico de datos a Europa con interconexión y rutas al resto del mundo”, comenta Simone Bonannini, VP Southern Europe, CEE y MEA en Interoute.
No en vano, otro beneficio de la reorganización de Interoute sería el aprovechamiento de los últimos desarrollos en telecomunicaciones en la zona del Mediterráneo. Por ejemplo, los nuevos cables submarinos que llegan desde África, Asia y Oriente Medio.
“Además”, prosigue Bonannini, esta decisión “sitúa a España como un elemento clave dentro de una gran Región, aportando mayor confianza y estabilidad a sus clientes”.
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