Internet, el nuevo escenario de la campaña electoral
Internet y las redes sociales se estrenan en la política española y miden su eficiencia. Blogs, foros, redes sociales y canales online son las asignaturas pendientes de una política que evoluciona hacia lo digital y de una campaña en la que se ha pasado de la pegada de carteles físicos a la pegada “digital”. La optimización de recursos en red para captar votos es hoy la prueba de fuego a la que se enfrenta la política española y que se plasmará en las elecciones del próximo 22 de mayo.
Mucho se ha hablado de las redes sociales y su influencia, de la obligatoriedad de estar como forma de acercamiento a los ciudadanos, de cambiar el modelo de emisión unidireccional existente y hacer sentir a quien acuda a votar partícipe del movimiento que se lidera.
Pero, ¿dónde empieza el fenómeno social? Hay que remontarse unos años para toparse con el inicio del fenómeno que se equipara al efecto actual de las redes sociales. Fue a raíz de los atentados del 11 de marzo, en el marco de una sociedad que había sufrido el zarpazo de la violencia y una deficiente gestión por parte del gobierno de turno. Fue entonces cuando surgieron los SMS transmitidos a través de teléfono móvil con un conciso y claro mensaje seguido de un escueto “pásalo”. Fue posiblemente la antesala de lo que hoy son las redes sociales y su fuerza de unión y movilización.
Las herramientas 2.0 en parte por su facilidad de uso, su ubicuidad y su afluencia, están sirviendo entre otras cosas para movilizar a la ciudadanía. Así lo demuestran los recientes levantamientos en Oriente Medio en los que los gobiernos han visto en la red su principal enemigo más allá de las armas y no han tardado en apresurarse en cortar las comunicaciones.
En España el reciente caso de la manifestación convocada a través de Twitter y Facebook con el lema “Democracia ya” en diferentes ciudades españolas, ha corroborado la fuerza de estas herramientas. Pero la universalidad de internet hace que estas plataformas estén al alcance de todos, también de los poderosos, que han encontrado una fórmula mágica para llegar a su público. Y en el marco de una campaña electoral esto se vuelve vital.
Los políticos se han volcado y conocen la teoría: la gran capacidad de movilización e influencia de Twitter, los 600 millones de usuarios de Facebook, 13 de ellos en España (28% de la totalidad de ciudadanos). Muchos han optado por saltar al cibermundo para hacer campaña, saben que es el presente y el futuro pero, ¿saben cómo utilizarlas?
Antón Rodríguez Castromil es profesor en la Universidad Complutense de Madrid. Apasionado periodista y politólogo conoce muy bien los entresijos de las campañas electorales e internet. “Los que quieran hacer campaña política tienen que estar ahí”, asegura. Para Castromil, las redes sociales poseen una potencialidad enorme, aún por descubrir.
Hay que estar, pero con cautela. La juventud del fenómeno no implica que la consideración de estar presentes haya que tomarla a la ligera. Ángel Adell es coautor del libro Marketing político 2.0. Para él el secreto de una exitosa campaña a través de la red pasa por “trabajar con tiempo desde mucho antes de las elecciones para generar una comunidad de personas interesadas en los mensajes que tenemos que transmitirles”.La proliferación de smartphones, tablets y la posibilidad de estar conectado en cualquier punto del planeta, de ver contenidos en múltiples formatos y la posibilidad de comunicarlos a través de plataformas, ha motivado el cambio en las costumbres de los ciudadanos. Es una tendencia en auge, el cambio de paradigma comunicativo se ha iniciado ya.
La adopción no planificada de estas herramientas y su utilización abusiva puede provocar un efecto rebote y causar precisamente la réplica contraria a la deseada. Un político muy mediático puede provocar un efecto de aburrimiento entre el electorado. El abuso del nuevo canal de comunicación 2.0 “es un peligro real” para Adell. Los efectos negativos se cebarán con los políticos locales y regionales sobre todo, “por la posibilidad que ofrecen las redes sociales de constituir movimientos ciudadanos con la intención de trabajar para la comunidad”.
Una herramienta que está gozando de un gran éxito entre los aspirantes al poder son las agendas políticas. El “diario de campaña” de Tomás Gómez, candidato a la presidencia de la comunidad de Madrid,el blog de Rosa Díez, líder de UPyD o el blog de María Dolores de Cospedal son algunos de los más citados. En el caso de Gómez y Cospedal hay que tener en cuenta la relevancia de las comunidades a las que pretenden representar, las joyas de la corona de los dos principales partidos políticos.
La batalla más encarnizada se está llevando a cabo en Madrid. Desde el día 6 de mayo, comienzo de la campaña electoral, Esperanza Aguirre ha pasado de 45.612 fans a 46.801 en Facebook. Su rival Tomás Gómez ha pasado de 7.342 a 10.269 en el mismo período de tiempo.
En Twitter y por partidos políticos, los más activos están siendo los socialistas. En lo que va de campaña electoral han publicado 412 tweets, mientras que el Partido Popular ha publicado 77. La explicación a este fenómeno podría estar relacionada con el carácter de las elecciones, por lo que la personificación de la política es inevitable.Se busca la identificación con el representante más allá del partido. Así, Esperanza Aguirre ha publicado 84 tweets, mientras que la cuenta oficial de su homólogo socialista ha publicado 733.
Sea como fuere pueden encontrarse algunos políticos, no necesariamente representantes de una gran comunidad o ciudad pero que hacen un uso muy activo de la red. Es el caso de José López Orozco, actual regidor de Lugo y candidato socialista a la alcaldía lucense.
López Orozco es un declarado hiperactivo en la campaña a través de las redes sociales. Uno de los primeros políticos en poner en marcha un blog es uno de los políticos más activos en redes sociales. Tiene dos perfiles en Facebook, uno en Twitter, un videoblog, un perfil e Youtube y otro en Flickr. Y no acaba aquí la cosa. Tiene un canal digital para consultas ciudadanas que se lleva a cabo a través de Formspring. Todo un ejemplo de optimización de herramientas 2.0.
El poder e influencia real de estas herramientas está por demostrarse aún. En unas declaraciones del vicepresidente de la asociación Internet Euskadi, David Juanmartiñena a Efe considera que las redes sociales en campaña electoral son una forma “importante” de captación de votos frente al “frío apretón de manos y los besos electorales” al que los candidatos tienen acostumbrados a los ciudadanos.
La presencia en redes sociales se traduce en presencia en la vida de quienes utilizan la red. Pero para esto hay delimitar el perfil de quien frecuenta estos sites, de lo contrario un mensaje se perderá en el ciberespacio. La especialización de los mensajes es pues, fundamental y una línea de futuro a seguir. Y es que a pesar de la omnipresencia en el el entorno digital, no hay que olvidar que no todo el mundo está. Hay muchos ciudadanos a los que los políticos han de dirigirse y que no están en redes sociales.
Empieza la cuenta atrás para que los representantes de los partidos políticos ultimen sus campañas. Están por ver los resultados obtenidos y si los estudios posteriores a los comicios hablan de la red como una campaña efectiva en la que merece la pena verter esfuerzos.