El hombre, que trabaja para el ejército, se volvió loco cuando alguien le llamó “estúpido” por Internet. Cogió el coche y durante el camino fue haciendo fotos de los distintos carteles de bienvenida a los estados por los que pasaba y colgándolas en Internet para que todos vieran que su amenaza iba en serio.
Al llegar, este individuo, llamado Russell Tavares, prendió fuego a la rulot en la que vivía su “enemigo”, que pudo escapar del desastre por los pelos.
“Nunca pensé que se pudiera ser tan estúpido como para tratar de matar a alguien por una riña en Internet”, comentó John G. Anderson, el tipo de Texas que se metió con Tavares.
La policía ha condenado a Tavares a siete años de cárcel.
¿La pelea? Tavares se encendió cuando Anderson, propietario de una casa encantada en Waco, alteró una foto digital suya con un cartel en el que le llamaba “estúpido”. Al parecer llevaban mucho tiempo insultándose por diversos motivos.
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