Desde la aparición de los procesadores con múltiples núcleos, la virtualización ha dado un paso de gigante, pero también es cierto que esta adaptación debe ocurrir en el resto del sistema, lo cual es, probablemente, una tarea mucho más dura debido a su heterogeneidad.
Cuando se particiona el resto del sistema hay que tener en cuenta la memoria dedicada, el almacenamiento dedicado y, obviamente, las operaciones dedicadas de entrada y salida. Lo que todo el mundo está intentando es disponer de servidores individuales que podrían estar dedicados para un determinado recurso o aplicación y configurar todos estos servidores para que parezcan sólo uno. Sin embargo, es necesario ser capaz de realizar las particiones de tal forma que se pueda estar seguro de que no existen datos corruptos y que, por supuesto, exista una mínima seguridad entre las distintas particiones.
Por tanto, lo que las compañías necesitan resolver ahora es obtener la mejor forma de particionar el resto del sistema. Para Intel y AMD esto significa no solo mejorar la forma en la que sus procesadores ubican los datos en la memoria, sino también crear formas de virtualizar las operaciones de entrada y salida de los sistemas. Añadiendo estas características conseguirán arquitecturas que incorporan tareas que antes estaban reservadas para que se llevaran a cabo directamente por software, algo que ahora se conseguirá a nivel de hardware. ¿Qué implica esto?, lógicamente un aumento muy importante en el rendimiento final de los servidores.
En este sentido, Intel ha sido el primero en mover ficha mostrando qué es lo que se puede conseguir con sus nuevas familias de procesadores para servidores.
Es el caso de los chips Dunnington, el nombre en código para la serie Xeon 7400. En ellos se ha añadido tecnología de virtualización apodada Flex Migration, la cual está diseñada para trabajar con VMware VMotion, un sistema de migración para máquinas virtuales, en concreto, bajo tres generaciones de procesadores de Intel, incluyendo también la próxima microarquitectura de Intel, Nehalem.
Además de esto, los responsables de Intel estuvieron hablando acerca de las capacidades de virtualización que se podrán encontrar en la arquitectura de los Nehalem. Estas mejoras incluyen una tecnología denominada EPT (Extended Page Tables), que permitirá aumentar el rendimiento alrededor de la memoria a la hora de crear máquinas virtuales.
Precisamente esta tecnología es muy parecida a la que ha estado promocionando AMD con sus procesadores Opteron de cuatro núcleos, la llamada RVI (Rapid Virtualization Indexing).
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