Intel trabaja duro para abaratar el precio de sus Ultrabook
Superar un precio de venta de 1.000 dólares podría ser la sentencia de muerte de la gran apuesta de Intel para seguir manteniendo su hegemonía en el segmento de ordenadores portátiles y adentrarse en el de tabletas.
Intel quiere asegurarse de que su nueva y gran apuesta por el segmento de la movilidad, el concepto de Ultrabook, tenga éxito en el mercado. Para ello está llevando a cabo algunas iniciativas con las que pretende conseguir una cuota de mercado del 40% con estos dispositivos a finales de 2012.
Tal vez la más importante es la de reducir el precio de venta para los usuarios por debajo de los 1.000 dólares. Hay que tener en cuenta que los Ultrabook buscan mantener las prestaciones y potencia de un portátil pero acercándose al tamaño y manejabilidad de un Tablet PC, por lo que no pueden ser mucho más caros que estos últimos. Otra de las referencias en las que habría que fijarse es en el MacBook Air, cuya versión más barata se encuentra en los 999 dólares.
Diversos rumores situaban al Ultrabook por encima de esa cifra en base al coste de los materiales empleados, pero Intel está poniéndose en contacto con los fabricantes para ofrecerles una lista de componentes para el ensamblaje de dos modalidades distintas, una con un grosor de 21 milímetros y otra de 18 milímetros. Sus precios podrían situarse entre los 475 y 650 dólares para la primera y los 493 y 710 dólares para la segunda.
Otro detalle a tener en cuenta es el chasis, tal y como asegura Digitimes. Intel quiere que los Ultrabook estén acabados en aluminio de una sola pieza, tal y como le ocurre al MacBook Air. Sin embargo parece que hay escasez de este material para tal fabricación, precisamente porque uno de los principales clientes es Apple. Una alternativa sería el uso de fibra de vidrio, que también abarataría unos 20 dólares el coste de fabricación.