En unos resultados presentados tras el cierre de los principales mercados estadounidenses, Intel ha anunciado un beneficio neto de 2.740 millones de dólares, un 13% menos que durante el mismo período de 2011.
Los ingresos alcanzaron los 13.600 millones de dólares, por encima de las previsiones de los analistas que apuntaban a los 13.450 millones de dólares.
Intel ha dicho que se han reducido las ventas de todas las unidades de la firma, incluidas las de su principal estandarte, los microprocesadores, que bajaron hasta un 2% interanual reportando 8.451 millones de dólares.
Para Paul Otellini, las cifras presentadas suponen un “sólido comienzo” para lo que espera sea un año de crecimiento. Y lo será gracias a la apuesta (aunque algo tardía) por la movilidad.
El primer smartphone basado en Intel verá la luz esta misma semana, según Cnet y se espera un aumento en ventas de Ultrabooks, también impulsados por la firma, durante este año.
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